La zona regable que cubre la Comunidad de Regantes del Canal de Orellana tiene esta campaña un déficit de 90 hm3 de agua para ser considera una campaña normal. Esto significa que las 60.000 has de tierras regables van a tener una dotación de menos del 80% de la dotación de un año normal. Por eso, desde la Unión de Extremadura piden la exención de gastos y el mantenimiento de la renta a los agricultores que voluntariamente dejen de regar esta campaña.
Estos 90 hm3 suponen el consumo normal de 13.000 has de riego, por lo que entienden que las mismas habría que dejarlas sin regar si queremos tener una dotación como años anteriores para el correcto funcionamiento.
Para la organización agrara, las medidas de ahorro propuestas por la Comunidad de Regantes «nos parecen acertadas pero insuficientes, corremos el riesgo que si tenemos una primavera seca, tal como se espera, podría suceder que a mediados de agosto gastemos la dotación de agua propuesta para la presente campaña y los cultivos se nos marchiten antes de su completa maduración».
Por ello, la Unión Extremadura ha instado que de manera urgente se convoque una reunión a través de teleconferencia para estudiar medidas que palien el problema y garantice el correcto funcionamiento y la disposición de agua hasta la finalización de la campaña.
«Entendemos que tenemos superficies de riego con producciones marginales, con problemas de contaminación de malas hierbas y con costes elevados, que si les garantizásemos las ayudas del Pac, y una reducción de los costes por no regar, de manera voluntaria dejarían las tierras de barbecho durante la presente campaña con el beneficio propio de descansar sus tierras, limpiarlas de malas hierbas y dejando su dotación de agua para otros regantes, garantizándoles, eso sí, el mantenimiento de su renta».
Tanto la Confederación Hidrográfica del Guadiana, como la Comunidad de Regantes y los propios municipios a través de las exenciones de pagos, tasas e impuestos tendrían que por motivo excepcional no pasar al cobro estas tasas e impuestos a los que voluntariamente no regasen.
La Junta de Extremadura a través de la ayudas de mínimis tendrá que garantizar las pérdidas a aquellas personas y entidades que por causas excepcionales tengan que dejar de regar por dejar de percibir las cuotas y tasas.
La Unión Extremadura entiende que ante esta difícil campaña, «no podemos esconder la cabeza como los avestruces y tendremos que aprobar medidas a la mayor brevedad posible y siempre antes de que se abone y se siembren las tierras».