La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha exigido a la Conselleria de Agricultura que destine una partida para cubrir los gastos ocasionados por las medidas de control que el propio departamento de la Generalitat Valenciana obliga a realizar a los agricultores para combatir la avispilla del almendro (Eurytoma amygdali).
La organización agraria reacciona así ante las nuevas exigencias establecidas por el Consell tras reconocer oficialmente que esta plaga se ha propagado a las comarcas del Alto Palancia, Hoya de Buñol, Ribera Alta, Vall d’Albaida, l’Alacantí, Marina Baixa y l’Alcoià, que se suman a las de Utiel-Requena, Valle de Ayora, Alt Vinalopó, Vinalopó Mitjà. Según estimaciones de AVA-ASAJA, la superficie afectada por la avispilla del almendro supera las 40.000 hectáreas en estas 11 comarcas de la Comunitat Valenciana, con un grado de afección que en los peores casos echa a perder la totalidad de la cosecha.
AVA-ASAJA también solicita una mayor apuesta por la investigación dirigida a facilitar a los agricultores herramientas de control, bien químicas bien biológicas, verdaderamente eficaces. Preocupa especialmente la situación de los productores de almendra ecológica, puesto que no disponen de suficientes materias para hacer frente a la plaga. Asimismo, la entidad reclama compensaciones económicas por las pérdidas sufridas derivadas de la evidente falta de control por parte del Consell frente a esta plaga que se introdujo en la Comunitat en 2015.
Obligaciones
Entre las medidas fitosanitarias que deben adoptar los agricultores tanto en los campos productivos como en aquellas parcelas de almendro abandonadas destacan: retirar y destruir las almendras afectadas antes de la salida de los adultos de avispilla para no contribuir a la diseminación de la plaga; realizar los tratamientos fitosanitarios en los momentos adecuados y con los productos recomendados por los servicios técnicos con competencias en materia de sanidad vegetal de la Conselleria de Agricultura; y extremar las medidas de limpieza de la maquinaria de recolección para evitar que restos de almendras afectadas constituyan focos de dispersión de la plaga.
Asimismo, los almacenes receptores de almendra deberán destruir las almendras afectadas por la plaga de la avispilla recibidas en sus instalaciones. En caso de incumplimiento de las medidas fitosanitarias obligatorias, la Conselleria advierte de que podrá aplicar duras infracciones y sanciones.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, señala que “si el Consell no ha impedido la introducción de esta plaga foránea, no ha puesto suficientes medios para frenarla y amenaza con multar a quien incumpla sus obligaciones, al menos debería ayudar a los agricultores en la lucha contra la avispilla del almendro”.