Los 18 embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero tienen este lunes 1.383,5 hectómetros cúbicos de agua embalsada, el 48,5% de su capacidad, en un «excepcional» inicio del año hidrológico, merced a las lluvias de las últimas semanas que les sitúan con casi quince puntos porcentuales más que hace un año y cerca de seis por encima de la media de la década.
En un comunicado, el organismo de Cuenca ha detallado que en los últimos siete días los 18 embalses han ganado 109 hectómetros cúbicos de agua, con unas precipitaciones, especialmente en el oeste de la cuenca, que «confirman un inicio de año hidrológico excepcional en cuanto al aumento de las reservas se refiere».
Todos los embalses presentan una situación más favorable que hace un año, con subidas extraordinarias y un volumen almacenado muy superior al habitual para esta época del año hidrológico especialmente destacado en los sistemas Tormes (Santa Teresa), casi al 73% de su capacidad total; Carrión (Compuerto y Camporredondo), que se encuentra rozando el 53%, siete puntos porcentuales más que hace un año; y Tuerto (Villameca), casi al 75% de volumen embalsado.
Y, de acuerdo a las mismas fuentes, se encuentran en fase de recuperación tras dos años sucesivos de sequía, con valores de reserva muy por debajo de las habituales, el sistema Pisuerga (Aguilar, Requejada y Cervera), cerca del 25% % de su capacidad total, frente al apenas 11% de hace doce meses, y con casi 8 hm3 más en la última semana.
Las lluvias registradas han aumentado las reservas de manera general en la cuenca permitiendo una recuperación que avanza también en el sistema Esla, tanto en el embalse de Porma, al 35,6% de su capacidad, como en el de Riaño, que se acerca al 38%.
Por su parte, los sistemas Órbigo, Arlanzón, Alto Duero, Riaza, Adaja y Águeda se encuentran en un buen estado, con niveles de embalse superiores a los normales para esta fecha.
El organismo de cuenca ha sostenido que ese «excepcional» inicio del año hidrológico «da continuidad al final del año hidrológico anterior, cuyo mes de septiembre, con las precipitaciones y bajada de temperaturas registradas, permitió un descenso muy importante de las demandas asociadas a los embalses».
De este modo, en todos los sistemas de explotación se consiguió disponer a 30 de septiembre de 2023 de unas reservas superiores a los objetivos marcados previamente, a pesar de haber sufrido una primavera muy difícil.