Schmidt ha escapado hasta ahora a todas las leyes antitabaco vigentes en Alemania, ya que es a la única persona a la que se "tolera" seguir fumando incluso en apariciones en televisión o en actos del partido en locales donde rige la estricta prohibición.

    Esta especie de estatus especial se debe, en parte, a un dictamen de su médico de cabecera, quien desaconsejó que se le prohibiera fumar porque, tras tantos años de fumador empedernido, ello le acarrearía un estrés mucho más perjudicial que el daño que pueda provocarle el tabaco.

    Helmut Schmidt formó con su primera esposa, Loki, un matrimonio casi clónico, tanto en lo político como en lo privado, incluida la pasión fumadora de ambos.

    El veterano político enviudó en 2010, tras siete décadas en común, y dos años después contrajo matrimonio con Ruth Loah, colaboradora suya y coautora de varios libros del político, además de fumadora.

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