También se lamentó del hecho de que los cultivadores de tabaco extremeños no hubieran sido previsores "hace ocho o diez años", al contrario que otros productores, como los franceses y los alemanes, que se lanzaron hacia cultivos alternativos, como la "stevia", un edulcorante sustitutivo del aspartamo.
"Lo importante ahora es ver cómo se pueden paliar los efectos sobre los cultivadores de tabaco -dijo la eurodiputada- porque parece que en la batalla final no hay la menor posibilidad".
La eurodiputada socialista dijo, por su parte, que nunca se puede olvidar que la lucha contra el tabaquismo juvenil es una prioridad de la política sanitaria de la UE, pero advirtió que "si un día se termina con el cultivo de tabaco en la UE, eso no quiere decir que se vaya a dejar de fumar".
La socialista Iratxe García Pérez admitió que habrá que conseguir otra manera de ayudar a los productores de tabaco, puesto que el Consejo no había transigido con las demandas del PE de que el tabaco se beneficiara también de los pagos acoplados de la PAC.
Esther Herranz afirmó que al menos hay que agradecer a las tabaqueras en España el que hayan declarado su preferencia por el tabaco nacional, pese al aumento de precios.
La comisión de Salud y Medio Ambiente del Parlamento Europeo aprobó el pasado miércoles una versión endurecida de la nueva directiva sobre el tabaco y los productos derivados.
La directiva, que tendrá que votar el pleno y luego ser negociada con los Estados miembros, contempla una serie de estrictos requisitos de elaboración del producto del tabaco y de empaquetado. Entre ellas, se prohíben los aditivos y aromas (chocolate, vainilla) en los cigarrillos y productos derivados que mejoren el sabor y puedan aumentar el atractivo de los jóvenes. Pero entre estos aditivos no estará incluido el azúcar, utilizado en España.