El Sindicato Labrador Gallego está estudiando la posibilidad de organizar acciones de protesta y de desobediencia civil para denunciar la prohibición de los mercadillos agrarios en diversas localidades de Galicia. En la última semana, ha habido varios ayuntamientos gallegos que decretaron unilateralmente el cierre de sus mercados de alimentos agrarios (Melide, Cambre…), adoptando una decisión que, según critica el SLG, puede contribuir a incrementar los contagios en plena pandemia.
Para la organización agraria, en primer lugar, está demostrado que son más seguras las actividades al aire libre, donde habitualmente se celebran este tipo de ferias alimentarias; que en recintos cerrados como supermercados. Además, mientras que los primeros no existe contacto entre los consumidores y los productos hasta que se hace la compra, en los segundos es imposibel controlar la manipulación de los productos en las estanterías por quien quiera tocarlos o manosearlos. En segundo lugar, en las localidades donde se decretó la prohibición, se está forzando a las personas que hacían la compra en mercados labradores a acudir a los supermercados, incrementándose el aforo de estos y, por lo tanto, los riesgos de contagio por aglomeración.
Desde el SLG no entienden la fijación de algunos gobiernos municipales «por entorpecer y prohibir la venta directa de alimentos cuando, además, se trata de productos de primera necesidad cuya circulación está protegida por las autoridades comunitarias y estatales en tiempos de crisis. Además, ni siquiera existe una orden oficial, ni del Gobierno del Estado ni de la Xunta, que obligue a cerrar estos mercados de alimentos».
Por eso, critican que «si la lógica es la de reducir la incidencia de contagio, luego deberían cerrar los supermercados, pues el peligro de contagio es mayor en ellos. Obviamente, se aducirá que se debe garantizar el abastecimiento de bienes de primera necesidad a la población: Pues, precisamente, eso es lo que hacen los mercados labradores que, además, venden productos de cercanía, favoreciendo el desarrollo económico local y, especialmente, el rural. Por eso, exigimos que no se fuerce la aquellas personas que elige comprar productos locales a ir a los supermercados y que se garantice su libre elección a la hora de consumir productos labradores de cercanía».
Desde el Sindicato Labrador Gallego reconoce que están estudiando la posibilidad de organizar acciones de protesta y de desobediencia civil para denunciar una prohibición «que no se puede justificar desde ningún punto de vista, al tiempo que nuestros servicios jurídicos trabajan en la elaboración de una demanda legal por los riesgos sanitarios que suponen estas prohibiciones y por impedir el desarrollo de una actividad que se debe garantizar en tiempos de crisis, tal y como ordena explícitamente la Unión Europea en sus instrucciones para hacer frente a la Covid 19».