Por ello, la Conselleria de Medio Ambiente ha promovido un trabajo de colaboración con el CIEF, que arrancó a comienzos de año, y en el que el equipo técnico del Parque de San Miguel ya ha culminado su tarea. Durante el mes de enero, la Brigada de Conservación y Mantenimiento del Parque, coordinada por la Conselleria, ha ido recabando semillas de Juniperus thurifera de los pies madre de cada uno de los ejemplares de esta especie que crecen dentro del espacio protegido. Las semillas se han almacenado y clasificado dentro de bolsas según su procedencia.
Ahora, de acuerdo con el plan de ejecución elaborado y consensuado con el CIEF, éste va a aplicar a las semillas el tratamiento que logre hacerlas germinar adecuadamente. Todas serán sometidas a un laborioso procedimiento ideado exclusivamente para la prosperidad de la sabina albar.
Además de asegurar el mantenimiento de estos valiosos bosques de sabina y reforzarlos, los resultados del proyecto de Medio Ambiente permitirán averiguar si se da una diferencia significativa de viabilidad en la supervivencia de la Juniperus thurifera según la localización que ocupe en el Parque Natural. El objetivo, así, es optimizar la faena: comprobar qué sabinares son susceptibles de reproducirse y cuáles componen simplemente arboledas muertas que subsisten debido a la gran longevidad de la sabina, que puede superar los 200 años.