La agricultura moderna se enfrenta a desafíos cruciales, entre ellos, la gestión eficiente de los recursos hídricos. En este contexto, el riego de precisión y la monitorización de la humedad del suelo son una herramienta indispensable para optimizar el uso del agua en los cultivos. En este artículo, publicado por Feragua, se explorara cómo la integración de tecnologías de control y monitorización remota de equipos de riego, unida a un sistema de riego preciso, fiable y con bajo consumo energético, son dos pilares fundamentales para la sostenibilidad de una agricultura respetuosa con el medio ambiente y rentable, y en especial las estrategias de riego para reducir la huella hídrica en olivar superintensivo.

En el olivar superintensivo, donde la densidad de plantación es significativamente mayor que en los sistemas tradicionales, la elección del sistema de riego es clave para garantizar un suministro de agua eficiente. El sistema de riego más adecuado es el riego por goteo debido a su capacidad para proporcionar una aplicación precisa y localizada del agua, evitando malgastar el agua y optimizando la absorción por parte de las raíces.

¿QUÉ CAUDAL DE GOTEROS ELEGIR?

La elección del caudal de los goteros va a repercutir directamente en dos factores: en la optimización de la aplicación del agua y en los requerimientos de energía. Si para obtener la presión necesaria para el funcionamiento del sistema de riego necesitamos poner en marcha grupos de bombeo, elegir unos caudales de aplicación menores repercutirá de manera directa en los requerimientos de potencia de la bomba.

Esto es especialmente interesante en el caso de bombeos mediante energía solar, con los que podemos reducir los caudales de riego, aumentando las horas que tenemos el riego en marcha. Esta aplicación más lenta del agua es además beneficiosa agronómicamente para tener un suelo con menos saturación de agua, más aireado y con más contenido en oxígeno, lo que es un factor importante para el adecuado funcionamiento de las raíces.

La separación entre los goteros en la línea de goteo va a depender de varios factores, como el tipo de suelo y la densidad de plantación. En el olivar superintensivo, donde las plantas están más cercanas entre sí, se tiende a utilizar una menor separación entre emisores para garantizar una cobertura uniforme de agua en toda la plantación. La uniformidad en la distribución del agua es esencial para evitar desequilibrios en el crecimiento de los olivos y maximizar la producción.

En el caso de un olivar superintensivo a un marco de 3,5×1,5 m, y para estas características de instalación, se recomendaría la instalación de una línea de goteo por fila de árboles, con goteros de 1 – 1,6 l/h a 50 o 75 cm de separación entre goteros, según el tipo de suelo y el tiempo que podamos tener en marcha el riego en el mes de máximas necesidades.

TECNOLOGÍAS PARA REDUCIR LA HUELLA HÍDRICA

El olivar superintensivo es un cultivo con altos niveles de tecnificación que también se extienden al ámbito del riego. Los sistemas de riego inteligente, que incorporan sensores de humedad del suelo y controladores automatizados, permiten una gestión más precisa y eficiente del agua. Estos sistemas ajustan el suministro de agua en función de las necesidades específicas de la plantación, contribuyendo a la optimización de los recursos hídricos.

La solución digital recomendada para la reducción de la huella hídrica en el olivar superintensivo está compuesta de los siguientes equipos:

  1. Estación meteorológica: En la planificación y manejo del riego la influencia de las condiciones climáticas locales es determinante. Por ello, se recomienda la instalación de una estación meteorológica.
  2. Sondas de humedad: En cuanto a los puntos de control, los sensores recomendados por cada punto serían una sonda de humedad multinivelencapsulada, de 60 cm de longitud con sensores de humedad FDR cada 10 cm. Estos sensores miden la humedad, la temperatura y la conductividad eléctrica del suelo cada 10 cm de profundidad. Esta tecnología nos permite seguir las tendencias de salinidad del suelo, lo que ayuda en la toma de decisiones sobre lavado de sales y sobre el fertirriego del cultivo según las necesidades.
  3. Sonda de conductividad eléctrica del agua: fundamental para controlar la calidad del agua de riego.
  4. Contador volumétrico o caudalímetro: dotado de elementos de telelectura para tener un control preciso del agua aplicada.
  5. Controlador de riego: que recoja los datos de los sensores y automatice el riego en función de los datos recogidos.
  6. Plataforma digital de gestión de la información: interfaz de gestión de toda la información donde podamos ver e interpretar todos los datos recogidos.

La implementación de sistemas digitales de control y monitorización remota no solo redefine la gestión hídrica en los cultivos, sino que también incrementa la rentabilidad de las explotaciones mediante un enfoque preciso y automatizado. A continuación, profundizaremos en las ventajas específicas de esta tecnología:

  • Ayuda a la toma de decisiones

La clave para una agricultura sostenible radica en la toma de decisiones informada. La monitorización en tiempo real de la humedad del suelo permite a los agricultores acceder a datos precisos desde cualquier ubicación, proporcionando información valiosa sobre las necesidades hídricas de los cultivos. Esta capacidad de control remoto no solo simplifica la gestión diaria, sino que también permite ajustar estrategias de riego de manera oportuna, maximizando la eficiencia del uso del agua.

El sistema también permite activar alarmas en la plataforma para recibir avisos sobre niveles de estrés hídrico o de saturación alcanzados. Permite tomar decisiones para mejorar o evitar esos niveles.

  • Facilitar el manejo de explotaciones

Los gestores, técnicos y agricultores se benefician enormemente de la automatización y la monitorización remota. Al recibir datos en tiempo real sobre la humedad del suelo, pueden anticiparse a las variaciones en las condiciones del cultivo y tomar medidas preventivas. Esto no solo facilita la planificación operativa, sino que también optimiza la asignación de recursos, reduciendo el desperdicio de agua y energía.

  • Aumentar la rentabilidad de los cultivos

La eficiencia hídrica impacta directamente en la rentabilidad en la agricultura. Al implementar sistemas de monitorización de la humedad del suelo, los agricultores pueden ajustar la cantidad y el momento del riego de manera precisa. Esto no solo minimiza los costos asociados al uso excesivo de agua, sino que también maximiza la productividad de los cultivos al asegurar condiciones óptimas de crecimiento.

  • Control automático y online de parámetros

La capacidad de ajustar parámetros de forma automática en respuesta a los datos de humedad del suelo ofrece una gestión más eficiente y sostenible. Además, la posibilidad de acceso online a estos datos facilita la colaboración entre agricultores, técnicos y gestores, promoviendo un enfoque colectivo hacia la gestión inteligente del agua en la agricultura.

En un mundo donde los recursos hídricos son limitados, la monitorización de la humedad del suelo se presenta como una herramienta esencial para la agricultura del futuro. Al mejorar la toma de decisiones, facilitar la gestión de explotaciones y aumentar la rentabilidad de los cultivos, estas tecnologías no solo benefician a los agricultores individualmente, sino que también contribuyen a la sostenibilidad y eficiencia del sector agrícola en su conjunto. La inversión en sistemas de monitorización no solo es una medida responsable, sino también un paso crucial hacia un futuro agrícola más sostenible y rentable.

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