EFE.- El ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y su homóloga lusa, Assuncao Cristas, mantuvieron una reunión en Lisboa y participaron como ponentes en un foro sobre "Futuro Sostenible", que reunió a cerca de un centenar de empresarios e investigadores del sector.
Los dos subrayaron que la posición de ambos países en el seno de la UE es "muy próxima" debido a que comparten "los mismos problemas", según precisó Cañete, y coinciden en reclamar un diseño de la PAC flexible para facilitar la adaptación de las explotaciones agrícolas a las nuevas exigencias.
"Mantenemos posturas muy cercanas y tenemos que dar la batalla final en los próximos consejos europeos para que haya un acuerdo con el Parlamento a nivel comunitario", expresó el ministro español en declaraciones a los periodistas tras el encuentro.
La nueva PAC está más orientada al mercado, desvincula las ayudas de la producción y apuesta por el "greening" o "pago verde", lo que en la práctica supone condicionar el apoyo económico a agricultores y ganaderos en función del cumplimiento de determinadas exigencias medioambientales.
Sin embargo, el sector agrario luso y español considera que algunas de las normas son de difícil aplicación en su territorio, lo que supondría la pérdida de subvenciones.
Cañete aseguró estar convencido de que la nueva PAC "sigue la dirección adecuada", aunque advirtió de que debido a estos cambios normativos se debe conceder "más tiempo" a países como España y Portugal para que adapten sus explotaciones, ya que en su diseño actual favorece a los países del norte de Europa.
El ministro español recordó por ejemplo la "gran diversidad agraria" de la Península Ibérica y citó el ejemplo de Granada, donde "en apenas 60 kilómetros existen desde cultivos tropicales junto al mar hasta pastos alpinos en Sierra Nevada", una situación "única en toda Europa".
La titular de Agricultura de Portugal, por su parte, reconoció que el próximo consejo europeo se presenta como "un combate difícil" y recalcó que su objetivo es que la nueva PAC "no se traduzca en sobresaltos para el sector a nivel económico y social".
"Queremos que el ‘pago verde’ se adapte a cada país, porque cada uno tiene diferentes circunstancias. Hay que explicarle a la Europa del norte que no tiene que regar en la situación que vive la Península Ibérica, donde el agua no es un lujo sino una necesidad", insistió.
Cristas recordó de hecho el contraste entre la sequía del pasado año y las inundaciones sufridas este año en el sur del continente, lo que en su opinión demuestra que no existe "un único patrón para toda la UE".
Durante su intervención en el foro, Cañete recalcó que el 70 % de la renta de los agricultores españoles procede de media de la venta de sus productos en el mercado y el restante 30 % de las ayudas comunitarias.
El ministro repasó la situación del sector y ensalzó la modernización del regadío llevada a cabo en España, la reorientación de las investigaciones científicas a asuntos de interés para los agricultores, el desarrollo de la producción ecológica y al mismo tiempo la apuesta por cultivos genéticamente modificados.
En su opinión, su gran "debilidad" es la "falta de concentración", que hace que el sector esté "muy atomizado" y vea así "limitado su potencial innovador y exportador".
La intervención de los dos miembros de los gobiernos conservadores de España y Portugal en un foro celebrado en Lisboa contó con la presencia, entre otros. del presidente del Banco Espírito Santo (BES), Ricardo Salgado, y el presidente del grupo de comunicación Impresa y ex primer ministro, Francisco Pinto Balsemao.