El apartado de Servicios con Valor de Mercado se relaciona con el suministro de madera, la caza y pesca, el turismo y otros productos y recoge los principales indicadores socioeconómicos del sector forestal.

     De estos datos se desprende que la producción de madera en los últimos veinte años se ha mantenido en torno a 14 millones m3, con un valor comercial en crecimiento. Destacan las coníferas que, a pesar de ocupar menos superficie que las frondosas, producen más madera.

    Destaca la evolución de la silvicultura y la explotación forestal, la industria de la madera, y el papel generaron en 2009 un valor añadido bruto de 6.635 millones de euros, lo que representa una contribución directa al PIB del 0,63%.

     Se constata la reducción del desempleo en 2013 en los sectores silvícola e industria de madera y papel. El sector de la industria forestal registra tasas de paro relativamente bajas: del 12,8% en la industria de madera y corcho; y del 6,7% en la industria del papel.

     En cuanto al saldo comercial exterior del sector forestal (madera, leña, pasta y papel) ha evolucionado favorablemente, pasando de un déficit de 902 millones de euros en 2004 a un superávit de 335 millones de euros en 2013. Casi la mitad de las exportaciones se dirigen a Francia, Portugal e Italia; mientras que las importaciones proceden mayoritariamente de Francia y Portugal, seguidos de Suecia, Estados Unidos y Brasil.

Servicios ecológicos y sociales

      Son aquellos que no tienen reflejo en el mercado y que, por tanto, son difícilmente evaluables; como la función de captura de carbono, la regulación hídrica y de suelos, el valor social de los bosques, o la conservación de la biodiversidad y el paisaje.

     Destaca como en  España, el 40% de la superficie forestal está protegida (11,2 millones de hectáreas), y el 80% de la superficie terrestre protegida es superficie forestal.

      En cuanto a la fijación de carbono por la superficie forestal en España, en 2010, se estimó en 422 millones de toneladas (unas 23 toneladas/ha), lo que supone el 4,3% del total de carbono almacenado en la UE-27 procedente de biomasa forestal, registrando un aumento del 46% en los últimos veinte años.

     El “Diagnóstico del Sector Forestal Español” también hace referencia a los estudios del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), según los cuales  los ciudadanos consideran los incendios como una de los mayores problemas ambientales en nuestro país. La deforestación figura, por su parte, como una de las principales preocupaciones a escala global.

     También se describen conceptos clave de la política y gestión forestal, atendiendo a cuestiones tales como: ¿qué significa gestionar un monte? ¿de quién es el monte? o ¿qué supone, desde el punto de vista de la gestión, ser propietario de un monte?.

     Por otra parte se recogen las actuaciones más destacadas en el ámbito de la gestión forestal y se describen los sistemas de certificación forestal sostenible, PEPC (Programme for Endorsement of Forest Certificaction) y FSC (Forest Stewardship Council) que en España alcanzan 1,7 y 0,16 millones de hectáreas respectivamente, el 9,2% de la superficie total arbolada.

      Finalmente, el documento dedica un apartado especial al Plan de Activación Socioeconómica del Sector Forestal 2014-2020, presentado en febrero de 2014, elaborado por el Ministerio en colaboración con las Comunidades Autónomas y las organizaciones representativas del sector. Su objetivo es “impulsar la diversificación de la actividad económica en los municipios rurales, mejorando así las condiciones de vida de sus habitantes, y en particular los vinculados más directamente con la actividad forestal”.

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