La organización agraria UPA ha hecho un estudio comparativo entre el precio de la leche que cobran los ganaderos en los diferentes países de la Unión Europea. El resultado es que los ganaderos españoles cobran más de veinticinco millones de euros menos que si recibiesen el precio medio pagado en Europa. Por esta razón la producción nacional está disminuyendo a pasos agigantados. UPA ya se ha dirigido a la organización de la industria láctea Fenil para denunciar «el acoso económico en el que vivimos los ganaderos», ha pedido al Gobierno que rompa los contratos lácteos que no cumplan la legalidad y ha convocado una manifestación para este viernes en Castilla y León. «Necesitamos contratos justos que nos hagan salir de la espiral en la que estamos».
De hecho, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha explicado que la situación del sector lácteo español «se está acercado peligrosamente a la gran crisis de 2015 y 2016». Y es que, tal y como ha mostrado un estudio de UPA, los precios de la leche en España se están distanciando del precio medio de los de Europa, en donde los precios suben mes a mes en consonancia con el tirón del mercado.
Por primera vez en años, la producción nacional ha bajado en más de 5000 toneladas, es decir, un 1%.
«La consecuencia de los precios hundidos de la leche», han señalado desde UPA, es que cuatro ganaderos del sector lácteo de ovino, caprino y de vacuno abandonan la actividad cada día. «La situación es tan límite que muchos productores y productoras de leche están enviando sus animales al matadero». Tanto es así que la organización señala un descenso considerable en el precio de la canal de carne de vaca, una bajada de entre 0,30 y 0,50 euros del precio por kilo.
Por supuesto, esto tiene otras repercusiones a nivel nacional. Las últimas estadísticas revelan que la producción ha descendido en once comunidades autónomas. Por primera vez en años, la producción nacional ha bajado en más de 5000 toneladas, es decir, un 1%.
UPA ha apuntado a los contratos impuestos por la industria como causa de este alejamiento en los precios que reciben los ganaderos españoles y los europeos. «En nuestro país los contratos de la leche de vacuno y de ovino están secuestrados por la industria», han explicado desde la organización. UPA ha relatado cómo en España abunda una especie de contrato con precios prefijados a largo plazo o, en algunos casos, incluso indexados por grandes industriales a sí mismos por su «gran poder de compra».
UPA ha recordado que, por otro lado, los costes de producción «no han dejado de subir». El gasóleo, por ejemplo, lo ha hecho en más de 35%. Pero también destaca el precio del forraje en España, ya que los ganaderos de la UE (mucho más fortalecidos económicamente que los españoles) están comprando masivamente forraje en España y, en consecuencia, aumentando su precio.
Sin embargo, la organización ha dicho que las industrias «no pueden excusarse en los contratos porque, aunque estos están firmados por las partes, no impiden subir los precios». Por eso, UPA ha enviado una carta al director general de la Federación de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, en la que le advierte de la indignación de los ganaderos en relación a este asunto y asegura que, si la situación no cambia, «los industriales vais a acabar con el sector».
Por otra parte, UPA ha pedido al Gobierno que ilegalice los contratos que que nos reflejan la realidad de la evolución del mercado. Además, UPA ya se está organizando para llevar estas demandas a las calles. La próxima manifestación de los ganaderos de ovino tendrá lugar este mismo viernes 16 en Castilla y León.