Ernesto Macías / Director General Solarwatt España

Me anima a escribir estas líneas el comprobar los prejuicios que rodean a la energía fotovoltaica cuando hablamos de ello con empresarios que dirigen explotaciones ganaderas.

Estos prejuicios y mitos tienen su origen en la creencia generalizada de que un panel fotovoltaico es una estructura frágil, delicada y vulnerable. A ojos de un profano, un módulo no parece más que un cristal de 1,70x1m, sujeto en un fino marco de aluminio. Parecería que cualquier presión o impacto pudiera romperlo y que la exposición a la agresión exterior lo degradaría gravemente.

Un objeto así, instalado en la cubierta de una nave ganadera en mitad del campo, estaría expuesto a la agresión de una meteorología a veces extrema, grandes oscilaciones térmicas, en algunos lugares humedad muy elevada, tormentas de granizo intensas, en zonas litorales la humedad salina y, especialmente, la acción corrosiva de las emanaciones propias del ganado como los gases amoniacales el metano, etc.

Quizás los módulos fotovoltaicos de hace unas décadas no permitirían una defensa tan contundente como la que sigue en estas líneas, pero desde que, hace 25 años, se desarrolló por primera vez en el mundo la tecnología industrial del módulo de doble vidrio, que luego fue adoptada por otros fabricantes, estas prevenciones han dejado por completo de tener fundamento y la realidad desmiente categóricamente el mito. Esta es la realidad:

¿Módulos delicados? El fin de un mito.

Un módulo Vision de Solarwatt tiene en su centro una capa de células de silicio, que es el corazón del módulo, su núcleo generador. Lleva adherida por ambas caras una capa de polímero plástico y el conjunto queda embutido en una cápsula. Esta unidad queda protegida por una pieza de vidrio templado de 2mm de espesor en la cara exterior y otra idéntica en la cara inferior. Esta estructura se enmarca en aluminio y se le añada la caja de conexiones.

Nuestros módulos pesan casi 23kg, la integridad mecánica y funcional de las células está asegurada y la resistencia del conjunto es sorprendente:

  • Son prácticamente irrompibles. Soportan el peso de un adulto caminando sobre ellos sin ocasionar ninguna fisura ni alterar su rendimiento.
  • Han pasado el test del granizo al más alto nivel de exigencia: impactos de proyectiles de 45mm a 150km/h, no los dañan.
  • Potencia garantizada incluso trabajando con cambios térmicos diarios entre -40ºC y +85ºC (condiciones desérticas).
  • Soportan las duras condiciones del ambiente costero al ser inatacables por arena humedad o sales.
  • Soportan la agresividad química de las explotaciones pecuarias al ser inatacables por ácidos o gases.

Si usted, amigo lector, quiere reducir la factura energética de su explotación, asegurar un precio estable de la electricidad por años y generarla de manera limpia y respetuosa con el ambiente (sin humos ni emisiones) tiene ya a su alcance una tecnología que se lo permite. Ya puede dar el paso, con total seguridad.

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