Las obras, iniciadas en verano de 2011, han tenido como finalidad la reforma interior de un edificio ya existente y utilizado como mirador. Tras esta reforma, el edificio ha adquirido un carácter didáctico, destinado a la interpretación de la naturaleza y al conocimiento de los valores naturales de la isla.
El edificio se distribuye en dos plantas: en la planta alta existe una zona interpretativa con un mirador, una escalera de comunicación y un acceso por el exterior a través de rampas y escaleras que desembocan en un porche.
La planta baja se destina a un espacio interpretativo, con un túnel de viento –que recrea el efecto del viento sobre los diferentes ecosistemas de la isla–, y una pequeña tienda de publicaciones.
El edificio cuenta también con diferentes contenidos expositivos compuestos por paneles, maquetas, muebles con vitrinas, material técnico y didáctico que difunde la importancia de este espacio natural.