Se trata del desarrollo de un Sistema de Ultrasonidos No Invasivo (SUNI) con capacidad para el seguimiento, de forma no destructiva, del estado hídrico de las hojas de vid.

   Este sistema permitirá el empleo del vegetal como indicador directo de sus necesidades de riego, obviando las aproximaciones climáticas o los errores asociados al registro de agua en suelo.

   Y es que el cultivo de la vid y la industria vitivinícola constituyen dos de los sectores de la industria agroalimentaria más sensibles a las variaciones climáticas y meteorológicas.

   El riego que se realiza en los viñedos, de forma general, suele ser más intuitivo que científico, lo que puede llevar a regar en momentos y cantidades poco óptimas, algo que unido al uso poco eficiente del agua conlleva no potenciar todas las propiedades de las uvas.

   Por lo que lograr definir los mejores momentos de riego, con las cantidades adecuadas, se traducirá en ahorro de agua, menos costes de producción, y un aumento de la calidad de los vinos, han agregado las mismas fuentes.

   El antecedente a SUNI se encuentra en un anterior desarrollo de la Unidad de Recursos Forestales del CITA, en colaboración con físicos del Centro de Acústica Aplicada y Evaluación no Destructiva del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que también colaboran en el proyecto actual.

   Así, en 2010 estos científicos pusieron a punto una técnica pionera en el campo de la fisiología vegetal, que permite estudiar diferentes propiedades de las hojas, como el espesor, la densidad o la compresibilidad, sin contacto con el material vegetal.

   Por su parte, la empresa Grandes Vinos y Viñedos es la bodega más grande de la D.O.P. Cariñena, y de Aragón, y cuenta además con una gran experiencia en proyectos de investigación e innovación.

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