La FRUGA denuncia que lo que está pasando es que muchas reses son destinadas a matadero al dar positivo en los primeros controles de saneamiento ganadero, pero una vez sacrificadas, las pruebas efectuadas en laboratorio demuestran que, en realidad, estaban sanas.
"Ningún ganadero se opone al sacrificio de reses enfermas, porque eso supone sacar una infección de sus explotaciones", pero "se están matando reses sanas" y el "coste de reposición no son cero euros".
Somoza reclama que se hagan pruebas de contraste antes de enviar a las reses al matadero, así como que se establezcan "compensaciones especiales" para los ganaderos afectados por falsos positivos.