La organización de ganaderos UPA han salido al paso de las declaraciones de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), que asegura que el sector no es competitivo por pagar un precio justo a los productores, tildando sus declaraciones de “falsas e irresponsables”. y asegurando que «llevamos más quince años cobrando por debajo de la media europea y mundial».
La Federación señaló que las industrias lácteas españolas no son “competitivas”. Y la culpa de ello la tiene el hecho de que, por primera vez en más de quince años, los ganaderos estén percibiendo precios por encima de la media europea., algo que ha indignado a los ganaderos españoles.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha criticado duramente estas afirmaciones, que ha tildado de “falsas e irresponsables”. “Llevamos más quince años cobrando por debajo de la media europea y mundial, llegando a ser el país donde los precios eran más bajos”, ha recordado el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla.
Los precios bajos han sido un problema estructural en el sector lácteo español. Esta situación ha llevado al cierre a miles de granjas en los últimos años. Mientras en Europa cobraban entre 5 y 10 céntimos más por cada litro de leche, lo que ha permitido a los ganaderos europeos aumentar la producción, modernizar las granjas y también las fábricas, haciéndolas más competitivas, en España la industria optó por una estrategia para vender leche low cost a la gran distribución.
DECLARACIONES GRAVÍSIMAS Y “POSIBLEMENTE DENUNCIABLES”
UPA considera las afirmaciones de FENIL un “insulto a los ganaderos españoles”, y se plantean incluso pedir dimisiones en dicha federación. Además, están estudiando si un llamamiento a una bajada artificial de los precios puede ser considerada una práctica anticompetitiva denunciable ante la CNMC.
“Obviamente FENIL obedece a sus industrias asociadas y trata de bajar los precios de la leche en origen, algo que no vamos a consentir”, ha asegurado Román Santalla. UPA cree que el modelo de futuro del sector lácteo español debe basarse en el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, el pago de un precio justo a los ganaderos, una apuesta por el mercado interno, una valorización de la calidad y el origen de la leche para que toda la cadena pueda generar valor.
Es “lamentable” que FENIL pretenda ahora bajar artificialmente los precios de la leche –cuando los costes no han disminuido– después de una década por debajo de Francia, Holanda, Irlanda, Alemania, Italia o Países Bajos.
EL CASO DE MALLORCA
Desde UPA han denunciado lo que está ocurriendo en la isla de Mallorca, donde la fábrica de leche Agama, perteneciente al Grupo Damm, ha anunciado que va a dejar de recoger 3,5 millones de litros de leche a los ganaderos mallorquines, en una decisión que les aboca a la ruina.
Esta industria láctea asegura que “no puede vender” su leche, a pesar de que su cuota de mercado es de un 5% del total de la leche consumida en las islas. Las organizaciones agrarias están exigiendo “responsabilidad y compromiso” a esta empresa y acciones a las Administraciones para evitar el cierre de las explotaciones ganaderas que garantizan la soberanía alimentaria de Baleares así como la diversificación de su economía.