ENAC, la entidad privada que otorga las acreditaciones de calidad en España en múltples actividades, ha dado otro golpe encima de la mesa ante el fraude en el sector del cerdo ibérico. La compañía ha suspendido, con efectos desde el pasado lunes 15 y por un periodo aún por determinar, la actividad de la principal empresa certificadora de los productos ibéricos: Certicalidad.
La compañía, con sede en Sevilla y controlada por el empresario Francisco Caballero, trabaja con muchas de las grandes cárnicas, como El Pozo, Comapa (en el centro del macrocaso de fraude que investiga la Guardia Civil desde hace un año), Osborne (Sánchez Romero Carvajal) o Vall Companys, según recoge Carlos Pizá en elconfidencial.com.
Certicalidad ha tenido suspendida, igualmente por la ENAC, su actividad de inspección desde noviembre del pasado año hasta hace dos semanas, a final de septiembre. La actividad de inspección se centra en comprobar la raza (100%, 75% o 50% ibérico) y alimentación del cerdo, así como la carga ganadera (cantidad de animales) de las dehesas donde engorda. La actividad de certificación acredita los productos ya curados y que van a ser comercializados (jamones o paletas). La compañía andaluza opera en ambos segmentos, y tras tener suspendida una de sus ramas de actividad, ahora ve cómo sufre la misma medida en la otra. Los motivos de esas suspensiones no se hacen públicos por parte de ENAC.
El grupo controla, según diversas fuentes consultadas, hasta el 70% del negocio de inspección y certificación del ibérico (en sus dos categorías, bellota y cebo) en España. Cuando fue suspendido para inspeccionar a los animales, adquirió la empresa salmantina Certibérico Charro. Pero esta firma inspectora no está homologada por ENAC para certificar. En el sector se señala que serán otras certificadoras, como Certicar, Certifood o Araporcei, quienes asuman el trabajo que Certicalidad no podrá hacer en tanto la Entidad Nacional de Acreditación no la audite y la vuelva a homologar.