Unas veinticinco mujeres, la mayoría empresarias del ámbito de la Sierra de Cádiz, ha participado en la jornada celebrada en Ubrique ‘El reto de crear y crecer en femenino en el ámbito rural’, que organiza la Asociación de mujeres empresarias, Amep; en colaboración con la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento. En ella, aparte de reflexionar sobre las dificultades añadidas que se encuentran las mujeres en el ya de por sí difícil y competitivo campo del emprendimiento, ha servido para poner en común experiencias de empresarias que han puesto en marcha sus propios proyectos en áreas rurales, con los pros y contras que ello supone.
La sesión ha sido inaugurada por la diputada de Igualdad, Isabel María Moya Bermúdez; la alcaldesa de Ubrique, Isabel Gómez García; y la vicepresidenta de Amep, Manuela Barreno, y el programa ha consistido en una ponencia marco y la mesa de experiencias con tres casos prácticos.
Isabel María Moya ha manifestado su satisfacción porque esta jornada “abre el movimiento asociativo de empresarias a otras zonas, más allá de los núcleos urbanos”, y ha destacado la importancia de crear espacios para el intercambio de experiencias que fomenten “el crecimiento de relaciones profesionales y sirvan para plantear estrategias comunes a los retos actuales”.
‘Lo rural y lo global, mujer y empresa: ¿hay barreras?’, a cargo de José Ruiz Navarro, director de la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Cádiz, ha iniciado el contenido técnico. Una ponencia sobre las dificultades que pueden encontrarse las mujeres para competir en el difícil mercado empresarial, máxime estando alejadas de núcleos urbanos, y a su vez sobre las posibles oportunidades o ventajas competitivas que pueden potenciarse por esa condición geográfica.
A continuación el ‘Panel de Experiencias Empresariales’ ha contado con las intervenciones de María José Santos, de la empresa Quesos de Ubrique; Sabina Vargas, de la empresa Sabina Vargas, complementos joyería; y María Pilar Gil, del Mesón la Herradura.