De hecho, muchos agricultores que habían consignado en sus solicitudes de ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que sembrarían girasol han modificado su intención se siembra y dejarán en barbecho las fincas porque las condiciones no son apropiadas. Ha calculado que en esta campaña se plantarán 180.000 hectáreas en Sevilla -la primera zona en sembrar, habitualmente en marzo aunque este año se han dilatado hasta mayo-, algo más de 300.000 en toda Andalucía y 830.000 hectáreas a nivel nacional.
Sobre la producción estatal, puntualizado que todo dependerá de cómo evolucione el clima, aunque podría moverse en la horquilla de 600.000 a 800.000 toneladas. quizás algo más. En todo caso, la cosecha se quedará por debajo de un año normal -que supera habitualmente el millón-, aunque podrían mejorar las cifras del ejercicio anterior marcado por la fuerte sequía.
En cuanto a los precios, se mantienen estables en 445-450 euros por tonelada en la actualidad, según ha apuntado. Por otra parte, en esta campaña pesará el cierre de las plantas de la multinacional norteamericana Cargill en Córdoba y Sevilla -que supone su marcha de Andalucía-, y con ello, el fin de la actividad de una de las principales compradoras de la semilla a agricultores y cooperativas del sur, junto a Sovena, Migasa, Eurosemillas y otras firmas locales.