Los agricultores y ganaderos acusan el incremento de los costes de insumos como la energía eléctrica, el gasóleo, los fitosanitarios o el gas, que atribuyen no sólo a las leyes de la oferta y la demanda sino también a la falta de competencia real en sectores dominados -dicen- por «oligopolios».
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, comenta que los productos agrícolas «valen muy poco» en la actualidad, frente al alto coste que tienen gasóleo, fertilizantes, electricidad, piensos compuestos, herbicidas e insecticidas…
Las semillas certificadas «cada vez cuestan más, pero el trigo nos lo pagan igual que hace 30 años»
«Como ejemplo, la semilla certificada que compramos, cada vez cuesta más, pero el trigo que producimos con ella se nos paga igual que hace 30 años», critica Dujo, tras denunciar, además, que la factura eléctrica se ha multiplicado por dos o tres desde que se sustituyeron los generadores de gasóleo tradicionales.
«En el campo nos ponen el precio a lo que vendemos y también a lo que compramos» y, en el capítulo de los insumos, operan «monopolios» en la venta de abonos, fitosanitarios y carburantes; e incluso en la maquinaria, por las restricciones de los concesionarios, alega.
Asimismo, los agricultores españoles deben contratar un alto canon de potencia energética para garantizar los cultivos, que deben pagar todo el año, aunque sólo rieguen «de abril a septiembre; seis meses».
El responsable estatal de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, reconoce que «nos preocupa mucho» la subida de la electricidad, que provoca la subida del precio del agua, más aún en una provincia con tan escasos recursos hídricos como Almería.
Y avisa del encarecimiento de los fertilizantes minerales, aunque los agricultores los están sustituyendo por otros orgánicos.
También se dispara el coste de los nuevos productos de lucha biológica contra las plagas -alternativa a los fitosanitarios, como los fungicidas-, entre otros muchos insumos, añade Góngora.
Ls regantes piden pagar por la energía que realmente necesitan «sin penalizaciones»
De acuerdo con el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, desde el cambio de tarifas de julio de 2008, los costes fijos han aumentado más del 1.200% para este colectivo y, los totales, el 100 ó 120%.
En este contexto, los regantes piden pagar por la energía que realmente necesitan y que les permitan usar renovables para el autoconsumo, «sin penalizaciones», con el objetivo de contratar menor término de potencia con las eléctricas y ahorrar costes.
El responsable del gabinete técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Javier Alejandre, calcula que el gasóleo ha subido un 25% en el último año y denuncia el efecto «pluma y plomo», es decir, cuando el precio del petróleo sube, se traslada rápidamente ese encarecimiento a los consumidores, pero cuando cae, las operadoras tardan mucho en repercutirlo.
Sobre los fertilizantes nitrogenados -que tienen una correlación directa con los precios del gas natural- Alejandre aclara que, desde el verano hasta ahora, la urea ha subido un 20% en España y, los nitratos, un 10-12%; aunque los complejos han caído el 20% porque, el DAP -materia prima clave del fósforo- ha caído un 25%.
El valor de la urea ha aumentado en mayor porcentaje que el coste medio de la materia prima de referencia, el gas natural, es decir «hay más márgenes» para estas empresas y «falta de competencia».
Los fertilizantes está protegido en la UE, que aplica «derechos antidumping» con un coste de 1.000 millones a los agricultores europeos
La cotización de la urea se ha incrementado de tal forma, que cada vez se necesitan más rendimientos de producciones de cereales, como el trigo, para hacer rentable la actividad agraria.
El mercado de los fertilizantes está protegido en la UE -que aplica «derechos antidumping» entre 32,83 euros/t y 47,07 euros/t y de aranceles aduaneros de un 6,5 %- lo que cuesta a los agricultores europeos -argumenta- unos 1.000 millones de euros al año, en un momento en el que las rentas agrícolas están sujetas a presión.
El gasto de electricidad también es alto -asevera-, amplificado por el encarecimiento del gas natural que utilizan centrales de cogeneración, lo que encarece los precios para los usuarios, incluidas las granjas avícolas o los invernaderos.
En suma, el agricultor se sitúa entre los ciudadanos que más sufren el alza de insumos, que agrava su «cuesta de enero».
(Texto: Ginés Mena / Efeagro)