En julio pasado, cuando llegó el primer enfrentamiento por este tema Pekín anunció una investigación antisubsidios y "antidumping" sobre la exportación de caldos europeos.
Desde ese momento, la investigación china apenas ha comenzado y la fecha para que Pekín amenzó con imponer medidas provisionales contra el vino europeo sería a finales de abril de 2014, mientras que las definitivas se adoptarían a finales de junio. Sin embargo, España reaccionó con celreidad y se creó un servicio de asesoramiento y apoyo a las empresas rio exportadoras de vino a China para registrarlas como parte interesada y evitar la imposición de unas tasas más elevadas para introducir sus productos en ese país.
Estos pasos y un acercamiento en las postura parecía poner fin a las tensiones, aunque ya en noviembre unos cien contenedores de vino europeo se quedaron "parados" en las aduanas de Sanghai (China) por "barreras técnicas" en este país, algo a lo que no se le quiso dar importancia.
Ahora la guerra se puede rebarir, después de que las tasas de derechos antidumping y antisubsidios finalesaproadas por la UE se aplicarán únicamente a las importaciones chinas de estos productos que no cumplan las condiciones precisadas en el acuerdo, especificó la Comisión Europea (CE) en un comunicado.
Los exportadores chinos partícipes del acuerdo quedan exentos de pagar esos derechos antidumping o antisubsidios.
La decisión tomada por los ministros europeos se produce después de quince y trece meses de investigaciones respectivamente en los casos antidumping y antisubsidios sobre los paneles solares chinos.
Durante las pesquisas, la Comisión comprobó que las compañías chinas vendían paneles solares en Europa muy por debajo de sus precios normales de mercado y que recibían subsidios ilegales por parte de las autoridades de ese país, lo que generaba "daños significativos" a los productores europeos.