Infoambiental.- Las redes inteligentes de agua (Smart Water Networks) permitirían ahorrar a las compañías de distribución de agua en todo el mundo 12.500 millones de dólares al año (en torno a 9.800 millones de euros). Así se desprende de las conclusiones de un estudio encargado por Sensus, compañía internacional dedicada a la fabricación y distribución de soluciones de medición energética. El trabajo, titulado ‘Water 20/20: Bringing Smart Water Networks into Focus’, se ha realizado en colaboración con más de 180 compañías de distribución de agua de todo el mundo.

El estudio muestra que, mediante la obtención de datos en tiempo real, se pueden generar importantes ahorros mejorando el funcionamiento del sistema en aspectos como las fugas, la gestión de la presión, el control de la calidad del agua y la toma de decisiones en torno a inversiones futuras.

Una red inteligente de agua es un conjunto integrado de equipos, soluciones y sistemas que permiten a las compañías distribuidoras, de forma remota, monitorizar y detectar problemas en tiempo real, priorizar y gestionar el mantenimiento y utilizar los datos para optimizar el rendimiento de las redes de distribución de agua.

El informe, completado con entrevistas a expertos de este sector de todo el mundo, muestra que, en conjunto, las pérdidas de agua en las redes de todo el mundo suponen un coste estimado anual de 9.600 millones de dólares (unos 7.560 millones de euros). Mediante la prevención de fugas, mejorando la eficacia del control de la calidad del agua y el mantenimiento del sistema, las redes inteligentes de agua pueden ayudar a las compañías distribuidoras a recuperar dichas pérdidas.

Según ha explicado Peter Mainz, consejero delegado y presidente de Sensus, “las distribuidoras están presionadas por el aumento de la demanda, el envejecimiento de las redes y el incremento de los precios de la energía”. Por ello, asegura Mainz, “las Smart Water Networks pueden reducir esa presión y ahorrar a las compañías de todo el mundo miles de millones de dólares cada año. Estos ahorros suponen más del 5% de los presupuestos de dichas empresas, los cuales pueden ser reinvertidos en mejorar las redes y ayudar a resolver la escasez de agua a nivel mundial”.

Desde esta compañía creen que en la próxima década, aproximadamente dos tercios de la población mundial (4.600 millones de personas) sufrirán problemas de abastecimiento cuando la demanda de agua supere la cantidad disponible o las malas condiciones de la misma restrinjan su uso. La escasez de agua, junto a la relación entre el producto interior bruto y la disponibilidad de agua potable, ha llevado a Sensus a solicitar la colaboración de todo el sector para implantar eficientemente las redes inteligentes de agua en todo el mundo.

“Los ahorros y los beneficios medioambientales y sociales que hemos identificado son solo posibles si comenzamos a trabajar todos juntos”, indica Mainz. “Este negocio es algo más que las posible pérdidas. Si actuamos ya ayudaremos a conservar este vital y escaso recurso para las futuras generaciones”.

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