EFE.- Los cálculos más conservadores sitúan en 2.400 el número de tiburones en el noreste del Océano Pacífico, según dijo a Efe Chris Lowe, profesor de biología marina de la Universidad Estatal de California en Long Beach (CSULB).
La investigación de Lowe y otros nueve especialistas, titulada «Una reevaluación del tamaño de la población de Tiburones Blancos en el área de California», se basó en diferentes métodos para llegar a cálculos «realistas».
«Creemos que la población está creciendo y algunas evidencias son la cantidad de tiburones bebés que son atrapados en redes de pesca comercial en California», reveló el científico.
El fin de semana del pasado 4 de julio un bañista sufrió heridas graves tras ser atacado por un tiburón blanco que había mordido un anzuelo lanzado desde el muelle por un pescador en Manhattan Beach, California, donde no es extraño ver a los escualos.
La investigación que le sirvió de base de análisis a Lowe y su equipo fue realizada por sus colegas de las universidades de California en Davis (UC Davis) y Stanford, resultados publicados en 2011 en la revista Biology Letters, y en el que apuntan que hay alrededor de 219 tiburones blancos adultos detectados en aguas californianas.
«Mis colegas observaron y fotografiaron las aletas de tiburones blancos adultos en la superficie; pero muchos se quedan en aguas profundas, y nosotros hemos hecho cálculos de la cantidad de tiburones bebés y adolescentes alrededor de los adultos y sumados estimamos que hay unos 2.400 o más», explicó Lowe.
El doctor en biología marina trabaja en equipo con especialistas del acuario de la bahía de Monterey y sus alumnos en buscar tiburones blancos adultos para instalarles un transmisor acústico y de señal satelital para conocer las zonas en que nadan los escualos.
Otro aparato instalado en la aleta dorsal es el «sensor de actividades», con el que miden velocidad, profundidad, presión bajo el agua, y lleva un transmisor para ser seguido por un submarino a control remoto y con cámara de video.
«Creo que son buenas noticias que los tiburones blancos están regresando», aseguró Lowe, quien considera que se trata de «la mejor historia de éxito en conservación».
El tiburón blanco «es un depredador de alto nivel que fue impactado por más de 100 años, y el hecho de que esa población está regresando es una señal de que estamos mejorando nuestros océanos», afirmó Lowe.
Gracias a leyes federales, los tiburones blancos son una especie protegida en aguas de EE.UU. desde 2005, de tal forma que los pescadores están obligados a liberarlos vivos si son capturados.
El territorio donde nadan los tiburones blancos es «la región noreste del Pacífico, desde Alaska a Centroamérica, y lo que llamamos el mordisco del sur de California, donde parece estar la guardería de estos tiburones blancos, se encuentra desde el norte de Baja (California, México) hasta Santa Bárbara, California (EE.UU.)», indicó Lowe.
El especialista asegura que otro factor de recuperación de la población de tiburones, sobre los cuales no hay estudios anteriores al de UC Davis y Stanford, es el efecto de la ley de protección de mamíferos marinos de 1973 en EE.UU. con los cuales se alimentan los escualos.
David McGuire, director de programas de la organización «Mayordomos de Tiburones», dijo a Efe «en los años setenta había competencias para pescar tiburones blancos y después de que salió la película ‘Tiburón’, en 1975, la gente les tuvo miedo y salían en barcos al mar sólo para matarlos».
«Los tiburones blancos no son los villanos; son las víctimas», declaró McGuire.
Por su parte, Catherine Kilduff, abogada del Centro para la Diversidad Biológica, dijo a Efe que junto a «Mayordomos de Tiburones» y la organización «Oceana» presentaron en 2012, ante el registro federal, peticiones que fueron denegadas para declarar «especie en peligro de extinción» a los escualos blancos.
«Queremos resaltar algo que no dicen los estudios: ¿por qué casi no se ven tiburonas blancas maduras? Eso es un indicador de que algo no anda bien en esa población», señaló Kilduff, quien urgió al Gobierno a aprobar fondos para más investigaciones científicas sobre tiburones blancos y vida marina.