El Senado ha reclamado este miércoles 17 la necesidad de impulsar una sanidad pública en el entorno rural que esté ajustada a las necesidades de «una población envejecida y dispersa» y ha abogado por aumentar su financiación frente a «grandes carencias» con el fin de mejorar la atención y garantizar «la presencialidad de las consultas con la mayor periodicidad posible».

La Cámara Alta ha aprobado una declaración institucional en la que expresa que la pandemia y la crisis sanitaria han servido para poner de manifiesto, principalmente en el entorno rural, la necesidad de fortalecer la sanidad pública en dichas zonas con un sistema centrada en la prevención» y una «red extensa» que cuente con los profesionales y medios suficientes.

La Agrupación de electores Teruel Existe, a instancias de la plataforma de la España Vaciada, presentó el pasado 14 de noviembre en el Senado una Declaración Institucional en defensa de una sanidad pública digna en el medio rural que ha sido respaldada por todas las fuerzas políticas, realizando su lectura pública en el pleno del Senado este martes. En ella se recogen algunos criterios sobre los que, a juicio de esta plataforma y de las distintas formaciones, debe fundamentarse la Sanidad Pública en el mundo rural tales como ajustarse a las necesidades de una población envejecida, el refuerzo de la Atención Primaria, la dotación suficiente de medios humanos y materiales, así como una descentralización que acerque la sanidad a todos los ciudadanos.

El documento dedica sus primeras líneas a subrayar la importancia que ha cobrado, en estos últimos meses, el disponer de una Sanidad Pública y una Atención Primaria y Especializada de primer nivel y a continuación explican qué es lo que se entiende por esto último, señalando que ha de ser “fuerte, centrada en la prevención, con relación cercana y personal con el paciente y desarrollada con una red extensa de centros dotados de medios suficientes, tanto humanos como técnicos”.

Así mismo, el escrito alude a cómo la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto de manifiesto las debilidades de la Sanidad Pública para enfrentarse a este tipo de crisis sanitarias, evidenciando, especialmente, su fragilidad en el medio rural.

EN EL CASO DEL MUNDO RURAL TOMA MÁS SENTIDO LA EXPRESIÓN DE QUE “HAY QUE ACERCAR LA SANIDAD AL PACIENTE Y NO EL PACIENTE A LA SANIDAD”

En este sentido, se recoge la movilización que se produjo el pasado 3 de octubre en los pueblos y pequeñas ciudades de las provincias de la España Vaciada bajo el lema “Yo paro por mi pueblo”, en la que se pedía una Sanidad Pública digna para el medio rural. En consecuencia, y dado que la protección y la promoción de la salud es un derecho para todas las personas y una obligación para los estados y gobiernos, todas las formaciones políticas se unen para manifestar su compromiso de impulsar una Sanidad Pública digna en el medio rural.

Para ello, solicitan por escrito que se ajuste a las necesidades de la población rural que a menudo se encuentra “muy envejecida, dispersa en el territorio, con graves carencias en materia de comunicaciones y telecomunicaciones, y aquejada de una problemática específica relacionada con el despoblamiento”.

Así mismo, reflejan que la Atención Primaria debe ser sólida y contar con financiación suficiente. Debe centrarse “en la prevención y el seguimiento de las diferentes dolencias” y también garantizar la presencialidad de las consultas con la mayor periodicidad posible.

A ello le suman la necesidad de dotarla con medios humanos suficientes, donde se reconozca la labor de los profesionales, y también con medios materiales para hacerla más eficaz. La Sanidad Pública debe estar además suficientemente descentralizada, siguiendo la máxima de que “hay que acercar la sanidad al paciente y no el paciente a la sanidad”. En este sentido, dicen, es importante dotarla de una cartera de servicios y prestaciones equiparables en todos los centros de salud y consultorios locales de las diferentes Comunidades Autónomas.

Así mismo, la declaración recoge que la Sanidad Pública “debe apostar por la potenciación de la educación en hábitos de vida saludables y el enfoque preventivo respecto a las enfermedades comunes, dando importancia a la educación para la Salud de forma transversal, fomentando la participación ciudadana efectiva en los Consejos de salud, así como en el autocuidado de la salud”.

El escrito termina destacando que la Sanidad Pública en el medio rural “no debe estar sujeta, únicamente, a criterios de índole económico sino a criterios como la calidad asistencial, la eficiencia y el aprovechamiento máximo de los recursos económicos”. Y añade que ha de tener en cuenta otros factores propios del medio rural como la distancia a los recursos, la dispersión, el envejecimiento, etc. “Debe ser usada como herramienta de reequilibrio territorial en la lucha contra la despoblación”, concluye.

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