EFE.- La secretaria técnica de Aeceriber, Elena Diéguez, ha reflexionado en declaraciones a Efe sobre la situación del sector que se está recuperando, aunque «con prudencia» porque todavía el consumo está retraído debido a la coyuntura económica del país.

Diéguez ha recordado que la superproducción fue un «desastre», si bien opina que «la lección está aprendida» y habrá «cierta precaución para que no se pierda el norte» en la actual etapa marcada por la nueva norma de calidad del ibérico, la apertura a mercados internacionales y un crecimiento sostenido del sector.

Si se mantiene una línea de 2 o como mucho 3 millones de cabezas, se aumenta la presencia en mercados exteriores y mejora el consumo nacional, el sector puede estar a «unos niveles muy razonables y buenos para todos», ha apuntado.

La secretaria técnica de Aeceriber ha valorado la nueva norma de calidad del ibérico aunque considera que su éxito dependerá del grado de cumplimiento de la misma; en este sentido, ha aplaudido la formación específica a tal efecto de 44 técnicos, algo que «no ha existido en los 13 años» de regulación de la calidad en el sector.

El Gobierno central destinará este personal cualificado fundamentalmente al control de la norma en las distintas comunidades autónomas para, entre otros cometidos, detectar un error, no conformidad o posible fraude.

Probablemente sea una cifra escasa pero es «un buen comienzo», ha apuntado Diéguez, porque además se está contribuyendo a «homogeneizar» el sistema de control en el territorio nacional.

Por otro lado, ha censurado el reportaje «La Burbuja del Jamón» que se emitió en una cadena de televisión nacional, a su juicio, un documental «muy desafortunado por muchos motivos», entre otros, porque «han cargado las tintas excesivamente en la zona de Guijuelo y han intentado favorecer a Andalucía», mostrando una cara que «no tiene por qué ser representativa de lo que es el sector productor».

Así, ha apostillado que el «mangalica en absoluto tiene que ver» con la producción del país y que además se han dejado la «esencia» del sector: la importancia de conservar la dehesa y este tipo de producción y producto, el cumplimiento de la norma, de dónde proceden los cerdos y dónde están las denominaciones de origen.

«Han ido directamente a hacer sangre, y eso no es bueno ni para este sector ni para ninguno, pero para este quizás menos porque el consumidor lo tiene excesivamente idealizado», ha manifestado, insistiendo en que es un documental «demasiado tendencioso» que trata de generar «incertidumbre e inquietud en el sector».

Igualmente, ha considerado que la Denominación de Origen «Dehesa de Extremadura» debería haber aparecido si se pretende ofrecer una fotografía real, pues ésta no puede «estar detrás» de una DO como Guijuelo o Jamón de Huelva porque Extremadura es «una región productora y su jamón tiene claramente un prestigio».

«Dehesa de Extremadura» es una denominación que establece unos controles «muy serios», sobre todo en la parte productora, algo que «está bien», pero una DO tiene como «principal objetivo la promoción del producto que ampara, jamón y paleta ibéricos».

Considera que quizá se haya inclinado «excesivamente» la balanza hacia el control y se hayan «dejado un poco de lado» las acciones promocionales, de ahí la falta de difusión y conocimiento por parte del consumidor en general fuera de las fronteras extremeñas.

Esto mismo opina Quique Espárrago, de Señorío de Montanera, quien ha demandado una mayor orientación comercial de cara al cliente y una mayor promoción exterior por parte de la DO extremeña, así como que los principales ganaderos e industriales estén representados en su Consejo Regulador.

El gerente es partidario de modificar las subvenciones de la PAC para que prime la ayuda por superficie y disminuya la del ganado, propiciando así un descenso de la carga ganadera, pues una superproducción «condiciona en parte la viabilidad futura» de este ecosistema único, y pide que se establezcan anualmente ayudas específicas a la poda, desbroce y renovación del arbolado.

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