Respecto al cava extremeño, cree que lo importante para que pueda competir es "darse a conocer como un producto que ya se hace, que es de la viticultura tradicional y que tiene sus valores".
Además, como responsable de seleccionar la uva con la que se elabora el cava del grupo catalán, considera que "hay que cuidar mucho que la uva sea tratada y vendimiada con el máximo rigor".
Defiende una "relación continuada" con el proveedor de uva y considera cada vez más necesario "poder animar al viticultor a que elabore bien sus uvas y se solidarice de algún modo con el bodeguero y le acompañe en todo el proceso".
"Todo buen vino por fuerza nace de unas buenas uvas, al contrario no será nunca", señala Antonio Abad, que insiste que por este motivo se considera "importantísimo" trabajar en equipo desde el campo, con el enólogo y hasta el departamento de márketing.
A su juicio es necesaria una compenetración de todos los actores que intervienen en el proceso, porque "si se trabaja más en equipo, va a salir mejor".
Antonio Abad defiende la variedad macabeo como "la más tradicional en las zonas del cava" y de "vital" importancia para el sector, frente a otras variedades con menos rendimiento y que requieren unos cuidados mayores, lo que hace que no sea rentable para un sector que "necesita unos precios ajustaditos", porque en la situación actual los márgenes no son grandes.
Además, considera que "el cava es una buena carta de presentación" de una bodega, de ahí que les interese que este producto aparezca en el portafolios de la bodega e incluso que se convierta en "la punta de lanza" de la selección de productos.