Ante esta situación el sector porcino, representado por ANPROGAPOR, ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España, y la Asociación de Empresas para el desimpacto ambiental de los purines (ADAP), explicarán en rueda de prensa su posición al respecto de la modificación del sistema de retribuciones de las plantas de tratamiento integral de purines mediante secado térmico, que se reduce en un 40%.
Los afectados coincidene en que este cambio supondrá la clausura total y definitiva de estas instalaciones, muchas de las cuales han parado ya al estar ya en situación de quiebra debido al carácter retroactivo de la normativa, además de poner en grave peligro las más de 3.000 explotaciones ganaderas que dependen de ellas.
Por ello, el sector porcino y ADAP anunciarán movilizaciones el martes para exigir al Gobierno medidas urgentes para evitarlo. A la rueda de prensa asistirán Miguel Ángel Higuera, director de ANPROGAPOR; Isidro Villaescusa, responsable nacional del sector porcino de ASAJA; Jaume Bernis, responsable estatal de sector porcino de COAG; Román Santalla, Secretario de Ganadería UPA Federal; Ramón Armengol, Presidente Sectorial Porcino de Cooperativas Agro-alimentarias de España.; y Josep Capdevila, Presidente de ADAP.
Problems en cien granjas de CLM
Por su parte, la Asociación Regional de Ganaderos de Porcino de Castilla-La Mancha ha alertado de que más de cien explotaciones porcinas de la provincia de Toledo tendrán dificultades para gestionar sus purines debido al "inminente cierre" de dos plantas de tratamiento de este subproducto.
En un comunicado, la asociación ha explicado que las plantas de Polán y Consuegra cerrarán como consecuencia de la futura orden del Gobierno central que elimina las primas a energías renovables, entre ellas las plantas de tratamiento de purines, por lo que se hace "inviable su continuidad" y de hecho, estas dos plantas han dejado de recibir purines desde el lunes.
Como consecuencia, las balsas de almacenamiento de purín procedentes de explotaciones porcinas "estarían a punto de desbordarse", al tiempo que "están en peligro cientos de puestos de trabajo".
La asociación ha explicado que estas plantas fueron construidas en zonas donde había excedentes de este tipo de deyecciones ganaderas y en la actualidad, cada una de las plantas gestiona una media de 350 metros cúbicos de purín diario.
Dichas instalaciones dan cobertura a algo más de 100 explotaciones ubicadas en 19 municipios, cuya única forma de gestionar sus deyecciones ganaderas son este tipo de plantas.
Si cerran las dos plantas las fosas de hormigón pueden desbordarse
Por ello, con este "cierre inminente" la asociación ha alertado de que se corre el riesgo de que las fosas de hormigón donde se almacenan dichos purines se desborden al no disponer de otra alternativa de gestión.
Además, añade la asociación que "con este problema se abre otro", pues ha señalado que sin un plan de gestión de deyecciones ganaderas no es posible continuar con la actividad, por lo que la mayoría de estas explotaciones, al carecer de otra alternativa de gestión, se verán abocadas al cierre de la actividad.
Ello conllevará un perjuicio laboral y económico, pues no sólo se perderían cientos de puestos de trabajo, sino también "el único medio de ingresos de muchas familias".
Por este motivo, la asociación ha instado a las administraciones públicas, concretamente al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a que tenga en cuenta la contribución al desimpacto ambiental que suponen este tipo de plantas y las excluya de la reducción de primas a energías renovables o, cuanto menos, propongan una alternativa para gestionar las deyecciones ganaderas generadas por la actividad industrial de cría y engorde intensivo de ganado porcino.
Todo ello, han pedido, sin que suponga un gravamen económico para el ganadero y que éste pueda continuar con su actividad.