Además, a partir de ahora los productores del régimen especial (renovables y cogeneración) recibirán una tarifa fija, excepto aquellos que prefieran cobrar el precio de mercado (sin prima), con lo que se prevé un ahorro de entre 250 y 500 millones de euros.
Los productores de biomasa recuerdan que su exposición a la inflación es "total", al necesitar un combustible para producir energía y piden al Gobierno que considere la posibilidad de excluir a este sector de la "congelación" de las primas, dados los beneficios que aporta.
Entre esos beneficios mencionan la reducción de las importaciones de combustibles fósiles y de emisiones a la atmósfera, así como la creación intensiva de empleo en el sector agrícola, ganadero y forestal, o su capacidad para ahorrar costes de extinción de incendios forestales.