En declaraciones a los medios tras la reunión, el portavoz de todas las organizaciones reunidas, Vicente Caballero, ha destacado la importancia de reclamar que las zonas históricamente productoras de cultivos herbáceos puedan seguir recibiendo las ayudas agroambientales que venían recibiendo y que ahora se han limitado a los agricultores con una producción menor de 2.000 kilos.
Esta decisión, según Caballero, no sólo causará "un grave perjuicio económico" a los agricultores y pérdida de empleo en las empresas vinculadas al sector, sino también daños medioambientales en los acuíferos, la fauna y la cubierta vegetal.
Según los cálculos estimados, la no inclusión de estas comarcas en la ayuda agroambiental arrojaría unas pérdidas, solamente a nivel del cultivo de girasol, de hasta 13 millones de euros en Cuenca y de 2,6 millones en Guadalajara.
Si además del girasol, se tiene en cuenta que el 20 por ciento de la superficie de cereales, leguminosas y proteaginosas se podrían acoger a estas ayudas agroambientales, el sector agrícola de la región podría dejar de ingresar hasta 25 millones de euros al año.
A juicio de Caballero, "se trata de una cifra suficientemente importante como para que el Gobierno regional se replantee su propuesta y la modifique, ahora que se está negociando entre la administración regional y la Comisión Europea el PDR.
Como ejemplo de los daños ambientales, Caballero ha resaltado que el girasol protege contra la erosión y evita el empobrecimiento de los suelos castellano-manchegos, evitando que muchas zonas sean "semidesérticas" en verano.