A juicio del sector deben "respetarse plenamente las recomendaciones de Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) del pasado mes de febrero cuando dictaminó sobre el gran riesgo de introducir la enfermedad en la UE mediante las importaciones de cítricos contaminados con la mancha negra, y se debe actuar con las mismas cautelas fitosanitarias que cualquier otro de los terceros países impone".
El sector citrícola teme que se reproduzca la situación del pasado año, cuando se produjeron cerca de 40 intercepciones y la UE, cayó en la trampa dilatoria de las autoridades sudafricanas y países importadores, tomando medidas sólo cuando la campaña de exportación ya había acabado.
La Comisión no ha calculado las "consecuencias" de la entrada de la plaga
La Comisión no ha tenido en cuenta las consecuencias de la entrada de esta enfermedad en la UE que supondrían enormes costes para los Estados miembros citricultores y pondría en grave riesgo la continuidad de nuestras producciones, y sí se ha mostrado demasiado sensible a los intereses comerciales de los importadores del norte de Europa.
Desde el sector citrícola se valora el trabajo realizado por el Ministerio de Agricultura español en defensa del sector y se solicita al conjunto de las instituciones "que no bajen la guardia y que reaccionen inmediatamente, en cuanto, como teme el sector, próximamente, el contador de interceptaciones de la UE se ponga a funcionar, evidenciando el riesgo de introducción de la mancha negra en las plantaciones europeas".