El enfado del sector cerealista se endurece por horas. Si por la mañana del viernes las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA reclamaban una reunión urgente con el ministro Planas, por la tarde, tras la reunión del sector del cereal, y tras hacer un balance de la campaña y advertir de la crítica situación que atraviesan los productores,las organizaciones decidieron dar un paso más y convocar una movilización el día 4 ante las puertas del Ministerio. Como han señalado, están «asfixiados por el encarecimiento de los costes de producción, los bajos precios y la falta de rentabilidad que pone en riesgo la viabilidad del cultivo en amplias zonas del país» y mandan un mensaje muy claro: “Trabajar todo un año para este resultado es insostenible”.
Según los datos recopilados por el sector a partir de la información aportada desde las distintas comunidades autónomas, la previsión de cosecha nacional de cereales de invierno se sitúa en 19,5 millones de toneladas, lo que supone un incremento de aproximadamente un 20% respecto a la campaña pasada, que fue irregular en muchas zonas. Este volumen de producción es equiparable al registrado en 2020, considerado uno de los mejores años recientes para el sector.
Por cultivos, se estiman 9,8 millones de toneladas de cebada, 7,7 millones de toneladas de trigo blando y 2 millones de toneladas del resto de cereales (trigo duro, avena, centeno y triticale). El maíz, al tratarse de un cultivo con un comportamiento productivo distinto, no se incluye en esta estimación.
Pese al buen dato de producción, la rentabilidad sigue siendo negativa o prácticamente nula para muchos agricultores. El ejemplo de Castilla y León, principal comunidad productora, lo ilustra claramente: con una superficie sembrada de 1,78 millones de hectáreas, la producción prevista ronda los 7,88 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 20% sobre la anterior campaña. Sin embargo, el valor total de la cosecha apenas cubriría los gastos de producción.
Con costes medios de unos 800 euros por hectárea, el margen para el agricultor se situaría en apenas 18 a 20 euros por hectárea. En palabras de los representantes de ASAJA, COAG y UPA, “trabajar todo un año para este resultado es insostenible”.
PRESIÓN INTERNACIONAL, MERCADOS INTERVENIDOS Y COSTES DISPARADOS
Entre los factores que agravan la situación, se destaca el efecto de la llegada masiva de cereales procedentes de Ucrania, que entran en el mercado europeo sin ningún tipo de control arancelario ni de contingente, desestabilizando los precios nacionales y europeos. A esto se suma la paradoja de que mientras los productores europeos compiten en desigualdad, Bruselas mantiene los aranceles sobre los fertilizantes importados de Rusia y Bielorrusia, encareciendo artificialmente un insumo básico para el cultivo.
Este sobrecoste de los fertilizantes, directamente vinculado a decisiones políticas y no al libre juego de los mercados, ha supuesto un golpe añadido para los cerealistas. Se estima que solo en Castilla y León, el gasto en fertilizantes y nitratos ha superado los 500 millones de euros esta campaña.
Por este motivo, la organización plantea como una de sus principales reivindicaciones la puesta en marcha de un programa de ayudas directas, ligado a facturas de compra de fertilizantes, de manera que los fondos se destinen exclusivamente a los profesionales que realmente han asumido estos costes.
EL SECTOR EXIGE SOLUCIONE SURGENTES
Además de esta ayuda específica, ASAJA, COAG y UPA reclaman al Gobierno que defienda de forma firme los intereses de los cerealistas españoles en la Unión Europea, revisando los acuerdos comerciales que permiten la entrada descontrolada de cereal extracomunitario y adoptando medidas de defensa comercial similares a las aplicadas en otros sectores.
La gravedad de la situación ha llevado a ASAJA, COAG y UPA a convocar una concentración frente al Ministerio de Agricultura el próximo miércoles 4 de junio A LAS 12:00 horas, como primer paso de una movilización que no descarta extenderse si no se adoptan medidas de apoyo concretas y efectivas.
“La rentabilidad del cereal no se puede seguir fiando a cosechas excepcionales mientras los costes siguen desbocados y los precios hundidos. El riesgo es que muchos agricultores opten directamente por dejar de sembrar”, advierten desde el sector.
Como siempre el mendrugo pal productor y el pan tierno para el político inasumible
Pero para sacar esas cuentas, tienes que saber el precio de venta,un precio es el que marque la tablilla hoy y otro muy distinto es el que marque dentro de 40 días o tres meses