Pese a que las exportaciones a Rusia han disminuido en los últimos años, según indica CONFECARNE "la importancia de ese mercado es indudable y el sector cárnico español espera que esta medida se suavice en breve y que las autoridades rusas y españolas sabrán encontrar un punto de acuerdo que salvaguarde los legítimos intereses de ambos países".
En su opinión, el trasfondo de este bloqueo a las exportaciones "no es la calidad y seguridad de nuestras instalaciones y productos, que son de primer orden, sino que responde a razones proteccionistas de Rusia por las dificultades de su ganadería e industrias, más expuestas a la competencia exterior desde que ese país se incorporó a la Organización Mundial de Comercio (OMC)".
En este sentido, recuerdan que aunque desde el inicio de la actividad exportadora allí, Rusia "ha sido un destino difícil y cambiante, por las periódicas dificultades puestas en marcha por las autoridades del país para la venta de productos cárnicos, el mercado ruso representa todavía hoy para las exportaciones cárnicas españolas el primer destino fuera de la Unión Europea, con un 8,6% del volumen total exportado por nuestra industria, y un 6,7% del valor total de esas ventas exteriores. En concreto, el pasado año se exportaron a Rusia 136.765 tm de carnes y productos elaborados, por valor de 279,85 millones de euros".
El porcino, el más dañado
El principal producto son las carnes de porcino (64.355 tm y 153,1 millones de euros), de las que Rusia es el primer comprador entre los países no comunitarios, y el quinto destino tras nuestros habituales clientes (Francia, Italia, Portugal y Alemania).
Le siguen en importancia los despojos, de los que se vendieron un total de 59.019 tm por valor de 75,18 millones de euros. En este caso, Rusia es el primer cliente mundial de la industria española y supone el 21,4% de las exportaciones españolas.
El tercer producto exportado al gigante euroasiático son las carnes congeladas de vacuno (7.559 tm y 25,76 millones de euros), para las que Rusia es también el primer cliente internacional, absorbiendo un 24% de las exportaciones españolas.
Las ventas de productos elaborados son más modestas, destacando entre ellas los jamones y paletas curados y cocidos, con unos 5 millones de euros exportados en cada caso.
De igual forma, CONFECARNE cree que España es el único país entre los principales exportadores con un modelo de división de competencias administrativas en hasta cuatro departamentos diferentes (Agricultura-Sanidad-Consumo-Comercio), además de las competencias sanitarias de la Comunidades Autónomas, "agravado por el anacronismo del actual modelo español de inspección de carnes que, además, rompe dos de los pilares de la legislación alimentaria de la Unión Europea: el enfoque integral “de la granja a la mesa” y el principio de responsabilidad de los operadores de la cadena alimentaria".
España necesita un plan estratégico
Por ello, para impulsar el estratégico comercio exterior y la internacionalización, y evitar las serias dificultades que pueden producirse, "es prioritario que se agilice la unificación de competencias en un único departamento con el enfoque económico que demanda la exportación, que se implemente una mayor agilidad y coordinación administrativa, así como que se desarrolle una decidida involucración de los servicios oficiales de las Comunidades Autónomas".
Por último la COnfederación indica que "es necesario recordar que en los mercados exteriores no solo competimos con empresas y operadores de otros países, sino también con administraciones y modelos de gestión unificados de otros países, con altos índices de eficiencia en el apoyo a sus empresas".