La totalidad del sector apícola de la Comunitat Valenciana (organizaciones profesionales agrarias, cooperativas y empresas) han denunciado la desidia y falta de soluciones a los problemas del sector de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Transición Ecológica y Emergencia Climática durante los últimos meses.
Todas ellas consideran que si no existe una respuesta adecuada y diligente por parte de los representantes agrarios de la Generalitat estudiarán convocar un nuevo calendario de protestas ante el «ninguneo» evidente a que se ven expuestas.
El pasado 8 de julio las organizaciones agrarias LA UNIÓ, AVA-ASAJA, ASAJA Alicante, APAC, UPA, ARVA y CCPV-COAG, junto a las asociaciones ANAE y Promiel, en representación de todo sector apícola de la Comunitat Valenciana,enviaron una carta a la Conselleria de Agricultura donde solicitaban una reunión para analizar las ayudas a fin de mejorar las condiciones de producción y comercialización de miel en la Comunitat Valenciana. Transcurridos ya más de tres meses desde la misma, nadie de la Conselleria se ha dignado siquiera a contestar.
En Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Extremadura o Murcia -comunidades autónomas relevantes en el sector apícola junto a la Comunitat Valenciana- sí han aumentado el presupuesto de esas ayudas para sus apicultores este año y añadido mejoras como un segundo tratamiento. Ese aumento del presupuesto se basa en una aportación del 50% por parte de la Comisión Europea, un 25% el Ministerio de Agricultura y un 25% la comunidad autónoma. «Al parecer la Generalitat no quiere aportar esa subida y por ello se niega a reunirse con el sector», según denuncian.
Aparte de todo ello, se sigue con el Acuerdo de la pinyolà sin soluciones a corto plazo para los apicultores valencianos a los que se les sigue impidiendo producir con normalidad miel de azahar, no se concede ayudas agroambientales pese a los beneficios para el medio ambiente de la polinización apícola, cada vez existen más problemas relacionados con la mortandad de abejas por enfermedades y, pese a ello, se continúa con una estrategia de no escuchar al sector, sin una comunicación bilateral que sí se produce en otras comunidades autónomas, donde existe una comunicación fluida y estable con las organizaciones apícolas más representativas, así como con el apoyo evidente que se otorga desde las propias instituciones europeas al sector apícola.