Las cooperativas y las organizaciones agrarias reivindicarán, en el foro «Construyendo la PAC del futuro», del 27 y 28 de marzo, una PAC fuerte, aunque no ocultan su temor ante las incertidumbres políticas y presupuestarias que se ciernen sobre la Unión Europea (UE).
La conferencia, organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, será inaugurada por la ministra Isabel García Tejerina, el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, y la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, Clara Aguilera.
Cooperativas quiere que se incentive la integración y que se pongan medidas contra la competencia desleal
El director de Relaciones Internacionales de Cooperativas Agro-alimentarias, Gabriel Trenzado, ha planteado en declaraciones a Efeagro que la futura PAC dé respuesta al desequilibrio de la cadena de valor y a la volatilidad de los mercados provocados por el progresivo desmantelamiento de los instrumentos de gestión de mercado que dejaron sucesivas reformas.
«Para nosotros es fundamental que se siga trabajando en la integración cooperativa y en la organización del sector productor, sobre todo desde el punto de vista empresarial, es decir, que los productores tengan empresas fuertes y dimensionadas en el mercado», ha añadido.
Trenzado ha reclamado a la UE instrumentos «útiles» para que el sector pueda gestionar la oferta y, si no es con instrumentos públicos, al menos que se les permita hacerlo a nivel privado; que se extienda a Europa el modelo español de ley de la cadena y que Bruselas gestione también «a posteriori» los acuerdos con terceros países, ante la proliferación de barreras no comerciales.
Por otra parte, ha abogado por inversiones para afrontar las obligaciones tras la ratificación de la Conferencia de París sobre el Clima (COP21); medidas para el rejuvenecimiento y la integración de las mujeres y, respecto a los pagos directos, «lo fundamental es que quien los reciba tenga una actividad declarada y transparente», para evitar distorsiones y competencia desleal.
A Asaja le preocupan cómo repercutirá en el presupuesto comunitario cuestiones como el Brexit o las elecciones europeas
El director de Relaciones Internacionales de Asaja, Ignacio López, ha incidido en «el horizonte plagado de incertidumbres» que se presenta: «Vamos a ver si tenemos PAC para el 2020, 2022 o cuándo».
López ha recordado que el 29 de marzo se activa oficialmente el Brexit británico, se acercan períodos electorales en Francia o Alemania; y para 2018 se espera la primera propuesta sobre el marco financiero plurianual en la UE, condicionado por el modelo de desconexión de Reino Unido y las decisiones comunitarias en relaciones exteriores, defensa o política de refugiados. En 2019, además, habrá renovación del Parlamento Europeo y un nuevo colegio de comisarios.
Asaja hace hincapié en el reconocimiento de carácter estratégico de la agricultura europea y en que se necesita un presupuesto suficiente para responder a los retos que se plantean en Europa.
López ha valorado que la PAC ha conseguido avanzar en la legitimación de los pagos -figura del «agricultor activo»-, ha reducido la dependencia de proteínas vegetales -fomentando las leguminosas y proteaginosas-, contribuye a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y «está libre de cargas ante la OMC», por lo que «no hay presiones para hacer reformas en profundidad».
COAG rechaza reducir el papel de los pagos directos «sin poner encima de la mesa una alternativa aceptable»
Para el secretario general de COAG, Miguel Blanco, los bajos precios agrarios -muchas veces inferiores a los costes de producción- justifican los pagos directos para alcanzar una renta agraria mínima: «Rechazamos que se pueda reducir el papel de estos pagos sin poner encima de la mesa una alternativa aceptable».
Blanco ha apostado por un nuevo modelo de pagos directos vinculado a la actividad y en base al empleo generado», con un «tope por explotación, para evitar un reparto injusto e indiscriminado en beneficio de absentistas y especuladores».
A su juicio, el «pago verde» se ha convertido en una «pseudo-medida ambiental que «provoca un trasvase injusto de ayudas a favor de las explotaciones más absentistas e improductivas».
Frente a la desregulación de los mercados -que provoca volatilidad y especulación-, COAG propone «recuperar la preferencia comunitaria», con estándares de seguridad y soberanía alimentaria, sostenibilidad, generación de empleo y gestión del territorio.
UPA rechaza el pago único por hectárea «porque tenemos un sistema agrícola diverso y con producciones diferentes»
Por su parte, la vicesecretaria general de UPA, Montserrat Cortiñas, ha avanzado que van «a poner en valor la PAC», pero «diremos a Hogan que la UE tenga en cuenta la diversidad del campo español.
«Para España, es una barbaridad el pago único por hectárea porque tenemos un sistema agrícola tan diverso y con producciones tan diferentes que algo que puede servir para centroeuropa a nosotros nos genera problemas», ha señalado Cortiñas.
«Hay que corregir aspectos como el CAP (Coeficiente de Admisibilidad en Pastos), que está poniendo en una situación de dificultad a la ganadería», ha destacado, tras instar a Hogan a «darse una vuelta por aquí» y entender «que las vacas y ovejas pastan en unas zonas arboladas», mientras que en Centroeuropa, en sus bosques, el animal no lo puede hacer.
Entre otros aspectos, ha recordado que, con los precios de mercado tan bajos es complicado mantener la agricultura, y que en cuanto a la pretendida simplificación y el «reverdecimiento» de la PAC, «los agricultores nos adaptaremos a lo que sea, pero que no se cambien las reglas cada dos por tres, ni se utilicen medidas para complicarnos cada vez más la gestión».