Es un rumor que lleva tiempo rumiando en muchos mentideros, pero parece que cada vez toma más forma. El grupo alimentario Dcoop, el mayor productor mundial de aceite de oliva, ha mostrado su preocupación por la «grave» repercusión que podría tener en las ventas de este producto la propuesta de Estados Unidos de aumentar los aranceles a las importaciones de Europa al aceite y el vino.

Su presidente, Antonio Luque, ha pedido a las administraciones que estén «atentas» a esta amenaza, que podría materializarse en octubre o noviembre, y que «cuanto antes se sienten a negociar» para intentar evitar los aranceles al aceite y el vino.

«Hay una propuesta de aranceles del cien por cien y sería muy grave para el sector» porque «cambiaría los movimientos de productos» entre países, ha advertido.

En caso de que siga adelante esta propuesta de subir los aranceles al aceite y el vino «vamos a tener que apretar en las movilizaciones y lo que haga falta -ha aseverado- porque distorsiona tremendamente los mercados».

lamentan que haya en España y en la Unión Europea «poca preocupación sobre eso», ya que «hay un procedimiento abierto»

Ha argumentado que los aranceles pueden «parar tremendamente» las ventas de productos a Estados Unidos y ocasionar una bajada de precios en origen de toda la mercancía sujeta a estos tributos.

Dcoop, que participa con el 50 por ciento en la empresa Pompeian en Estados Unidos, puede estar en una situación «un poquito mejor» que otros operadores porque cuenta con dos industrias de envasado en ese país, pero «al final esto es malo para todos», ha asegurado.

Ha explicado que si los aranceles se aplican sobre el cien por cien del valor del producto, el litro de aceite de oliva en los lineales de Estados Unidos puede pasar de los 10 o 12 dólares actuales a un rango de 20 a 25 dólares, que en el caso de la marca Pompeian podría quedar en unos 17 dólares.

Luque lamenta que haya en España y en la Unión Europea «poca preocupación sobre eso», ya que «hay un procedimiento abierto», y «no veo -ha incidido- que estén concienciados de la problemática».

El presidente de Dcoop ha opinado que «si hay una buena negociación de la UE con EEUU, probablemente se quedará en menos el problema», pero si ésta no existe, pueden fijarse estos aranceles, y ha augurado que la problemática «no va a ser chica».

Según Luque, cuando a un producto se le fija un arancel que puede casi doblar el precio por el que se vende al consumidor, es evidente que «va a caer el consumo», por lo que en Estados Unidos intentarán comprar aceite de otros países no europeos.

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