Baró también ha explicado que se están introduciendo algunos frutales como la cereza y el albaricoque para ver si después de la puesta en marcha del regadío las parcelas quedan adaptadas y el cultivo prospera.
En cuanto a cultivos como la higuera o la granada son planteamientos que no serían extensivos pero que según Baró servirían como prueba a pequeños productores, para los que supondrían una alternativa teniendo en cuenta la gran demanda que tienen en el mercado como fruto de calidad.
La granada seria la más experimental de los cultivos ya que haría falta ver si se adapta al clima y al sol de las comarcas de Lleida.
La visitas se han realizado en el marco de una jornada organizada por la Escuela de Capacitación Agraria (ECA) de Les Borges Blanques.