En este sentido puntualiza que “sus sistemas de control son deficientes porque la verificaciones no son exhaustivas y se basan en información insuficiente".
Asimismo, el informe también se plantea dónde se concentran estos errores. Y la principal conclusión es que las medidas para inversión -principalmente las subvenciones para para la adquisición de maquinaria agrícola y de transformación de alimentos- representan dos tercios de los errores y, el resto, las ayudas por superficie -entre las que se incluyen la compensación de los costes adicionales por usar técnicas más respetuosas con el medio ambiente)-.
Ante esta situación, ños auditores han hecho dos recomendaciones principalmente: Completar las ayudas correctoras tomadas hasta ahora, como que los Estados Miembros, adopten medidas preventivas y correctoras en diferentes asuntos como la contratación pública o los pagos agroambientales.
Y que la Comisión lleve un minucioso seguimiento de la ejecución de los planes de desarrollo rural.