Por último, según explican en una nota de prensa, suponen una fuente importante de proteína para el consumo humano y la alimentación animal, que puede mejorar notablemente la escasa autosuficiencia de Europa en proteína vegetal. La fabricación de piensos compuestos en Europa depende hoy en día de la soja importada, un producto cuyos precios en el mercado mundial están subiendo paulatinamente.
El proyecto LEGATO (LEGumes for the Agriculture of TOmorrow), del programa FP7, aúna 17 instituciones de investigación y 10 empresas o asociaciones profesionales de 12 países europeos, entre ellos España con 6 socios participantes, con el objeto de trabajar en métodos de mejora y gestión de las leguminosas de grano más importantes que se cultivan en Europa, especialmente el guisante y el haba.
Algunas de las actuaciones propuestas son la utilización de métodos avanzados de mejora aprovechando datos genómicos recientes, la explotación de colecciones de recursos genéticos, o el uso de técnicas de fenotipado de alto rendimiento como la toma no destructiva de imágenes radiculares, la investigación de sistemas de cultivo novedosos basados en leguminosas, entre ellos cultivos intercalados, y la exploración de nuevos productos alimentarios como la harina de leguminosas.