"España da muy buena imagen fuera, ya sean los zapatos que fabrica o el vino, porque somos muy cumplidores, tenemos imaginación y somos serios", ha asegurado.
En su opinión, la marca-país del vino tiene una buena acogida internacional, más aún en destinos como EEUU o los países hispanoamericanos que valoran su calidad.
"No tengo nada que objetar sobre cómo me tratan fuera" de España, ha afirmado Marín, quien remarca el revulsivo para la compañía que es que uno de sus vinos -Barón De Lajoyosa Gran Reserva 2005- sea el primer español clasificado en el "top 100" de los mejores del mundo por el número de galardones recibidos que elabora la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores (Wawwj).
Según ha señalado, la constancia y máxima dedicación son las claves que hicieron posible que Barón de Lajoyosa haya obtenido 6 medallas de oro y una de plata en los 7 concursos internacionales a los que se ha presentado. Ha expresado su orgullo de que "tanta gente entendida premie" a un cariñena, una denominación menos conocida internacionalmente que otras, como Rioja.
Tras Barón de Lajoyosa, los vinos españoles mejor puntuados en el ránking mundial son Finca Malaveina Castillo Perelada 2008; Arzuaga Navarro Ribera Del Duero Reserva 2008 (Bodegas Arzuaga Navarro) y Conde de Valdemar Reserva 2006 (Bodegas Valdemar).
"Nuestro éxito es hacer un vino que guste a muchas personas"
Pero, en todo caso, "nuestro éxito es hacer un vino que guste a muchas personas", porque no lo hacen pensando en los catadores, sino en "los consumidores".
Preguntado sobre si envidian, sanamente, a las grandes marcas españolas que se siguen identificando con los mejores, como Vega Sicilia, Marín ha afirmado que "les envidiamos en el sentido de que adoramos su forma de hacer las cosas".
"Vega Sicilia es admirable; ojalá que hubiera muchos como ellos, o como Bodegas Torres o Marqués de Cáceres, entre otras compañías emblemáticas para España. ¿Imitarles? Por supuesto. Lo han sabido hacer muy bien", ha resaltado el bodeguero aragonés.
Según Marín, la internacionalización es una de las máximas apuestas de esta compañía familiar fundada en 1903 y en la que hoy trabajan miembros de la cuarta y quinta generación, enfocados en la venta de vinos de calidad, aunque también comercializan aceites de oliva y participan en el accionariado de un secadero de jamones.
"En los últimos 25 años nunca hemos bajado del 65% de exportación, aunque en los últimos dos o tres ejercicios estamos cerca del 97%", ha precisado.
Ha reconocido que en España pesa mucho en las ventas la profunda crisis en el canal horeca, canal de salida natural para estos vinos tan elaborados.
Sin embargo, al calor de los últimos premios internacionales, y tras difundirse que uno de sus productos aparece en el "top 100" de los mejores del mundo (el mejor producto español clasificado), han recibido un aluvión de peticiones de información.
Están presentes en una treintena de naciones, incluidas Canadá, Alemania, Japón y países centroeuropeos; en EEUU y Japón -donde cuentan con oficinas propias para la distribución- y Rusia.
También sondean las oportunidades de negocio en destinos emergentes como La India, donde se han reducido drásticamente los aranceles en los últimos años (que han pasado del 990% -casi diez veces más de lo que cuesta realmente el producto- al 50%), o Brasil, aunque reconoce que requerirá tiempo abrirlos.
Reino Unido -el principal cliente para los vinos de Cariñena- es el principal objetivo de esta bodega para 2013, junto a otros mercados europeos clásicos como Francia.