Según critivan en una nota, las consecuencias de la presión de los márgenes abusivos de las extractoras sobre los agricultores ya se están notando. Sevilla, primera provincia productora de girasol de España, ha experimentado una caída del 15% de su superficie de girasol tras el hundimiento de los precios en la pasada campaña. De las 164.000 hectáreas que se sembraron en 2013 se han pasado pasado a poco más de 140.000 en la presente campaña y la tendencia para la próxima "puede ser desastrosa, pues obviamente si la industria extractora no paga un precio que garantice una mínima rentabilidad los agricultores buscarán un cultivo alternativo, lo que puede resultar tremendamente perjudicial para las propias extractoras, especialmente para aquellas que desarrollan su actividad en comarcas agrarias del interior de España".
Similar es la caída de la superficie a nivel regional. Andalucía ha perdido en un año 34.000 hectáreas al pasar de las 321.000 de la pasada campaña a las 287.000 de esta
Asimismo, ASAJA-Sevilla lamenta la falta de sensibilidad y de sentido común de la industria extractora, que carece de visión sectorial, pues dado que su capacidad de molturación duplica la capacidad de producción de nuestro país y su actividad depende fuertemente de las importaciones y de las eventualidades de los envíos de materia prima, en muchos casos cultivada en zona de conflicto, debería ajustar sus márgenes y reforzar su apuesta por la producción nacional para cubrir al menos el 50% de sus necesidades con pipas producidas en España.
Tercera campaña consecutiva en pérdidas
Los productores andaluces de girasol afrontan su tercera campaña consecutiva en pérdidas, tras la sequía de 2012 y la campaña de bajos precios de 2013, la de 2014 tampoco ha arrancado con buenas perspectivas, pues los precios de ruina con que inician la compra las extractoras dejan de nuevo a las explotaciones de girasol por debajo del umbral de rentabilidad.
Si bien las perspectivas al inicio de campaña eran otras, dado que los precios del aceite de girasol y de la torta se mantenían a unos niveles aceptables en el mercado internacional y la evolución agronómica del cultivo, a pesar de una primavera corta de agua, ha sido buena y se ha visto además favorecida por las temperaturas suaves de junio y julio que han propiciado una excelente granazón de la pipa, por lo que la producción andaluza se estima que superará las 350.000 toneladas, lo que supone que la media de producción se situará ligeramente por encima de los 1.200 Kg/ha.
Una producción media que en una situación normal de mercado debería dejar beneficios en la explotación. Sin embargo, con el precio de ruina al que han abierto las extractoras para cubrir costes se necesita producir más de 1.300 kilos de girasol por hectárea, lo que deja a muchas explotaciones en pérdidas.
Se estará vgilamte ante cualquier tipo de movimiento especulativo con el girasol
Desde ASAJA-Sevilla hacemos un triple llamamiento, en primer lugar a la industria extractora, a quien queremos advertirles que" mantendremos una actitud vigilante y ante cualquier sospecha de pacto, acuerdo o movimiento especulativo, trasladaremos los hechos a la autoridad competente".
En segundo lugar al agricultor, "a quien instamos a que no venda por debajo de precio del mercado, que viene marcado por el valor del aceite y de la harina, que es el que indica el suelo al que las extractoras tendrán que comprar la pipa de girasol para abastecer sus necesidades". Desde ASAJA-Sevilla se recomienda a los agricultores que guarden la cosecha y no la entreguen hasta que el precio no remonte.
En tercer lugar, y si las extractoras continúan con su política de precios bajos, "queremos hacer también un llamamiento a los propios consumidores y sus organizaciones, para que demanden una bajada proporcional del precio del aceite de girasol en los supermercados y puntos de abastecimiento, puesto que en caso contrario, sería la industria la que estaría obteniendo un beneficio desproporcionado a costa de agricultor y del consumidor".