Con las mandarinas se han registrado descensos que rondan el 35 por ciento y en el resto de variedades los precios se han mantenido dentro de la normalidad de los últimos años, es decir que "no son del todo satisfactorios pero el citricultor se conforma cada vez con menos para no perder tanto".
"De todas formas las mejores cotizaciones se lograron en la fruta de calibre grande pues el 30 % de la cosecha bien no se recolectó u obtuvo un precio inferior a otras campañas. Por tanto un mejor precio no ha compensado el bajo calibre", según la Unió.
Por otra parte, debido a los costes de producción, básicamente los de la energía, y las explotaciones de cítricos, con gastos muy elevados debido al riego, han visto reducidos sus márgenes drásticamente.
Entre el año 2009 y el 2012, la caída del margen económico para las explotaciones -fundamentalmente en las de naranjas- ha sido del 64 %, han añadido las mismas fuentes