Martínez ha considerado que los precios son razonables, aunque para el agricultor sean bajos en comparación con la cosecha anterior y para el ganadero sigan siendo altos por el coste que suponen para la alimentación del ganado.

    El verano pasado la cebada se pagaba a unos 24 céntimos de euro el kilo en provincias como Valladolid, mientras que ahora no supera los 17 céntimos.

    El presidente ha recalcado lo complicado que resulta augurar la evolución de los precios, al depender de factores muchas veces "incontrolables", incluso de la entrada en el mercado alimentario de especuladores procedentes del sector financiero.

    La recolección durará en Castilla y León, la principal Comunidad cerealista, otros quince o veinte días. Los precios dependerán entonces de factores como la cosecha en el conjunto de Europa.

La rentabilidad del cultivo en Castilla y León "es buena"


    No obstante, "la rentabilidad del cultivo es buena" este año en Castilla y León, con una cosecha estimada en más de siete millones de toneladas de cereales de invierno y producciones medias cercanas a los 4.000 kilos por hectárea, ha concluido el presidente.

    Según datos de la Junta de Castilla y León, ya se ha recolectado más de una quinta parte de la superficie sembrada en la Comunidad, en la que esta campaña los cereales de invierno suman 1.898.718 hectáreas, con una producción estimada de 7.163.105 toneladas, un 47 por ciento superior a la de 2012.

    La cosecha de este verano es casi un 24 por ciento superior la media en el periodo 2003-2012 y Castilla y León representa el 45 por ciento del total en España de este cultivo.

    De cebada, con 911.302 hectáreas sembradas, se esperan 3.402.950 toneladas, un 52,4 por ciento más respecto al año anterior, y de trigo otras 3.320.931 toneladas, con un aumento del 45,5 por ciento, procedente de 819.741 hectáreas dedicadas a este cultivo.

    En avena, su producción rondará las 172.682 toneladas, parecida al año pasado, y en centeno las 266.542, un 43,4 por ciento más que en 2012.

    La previsión en Burgos es de 1.703.519 toneladas, seguida de Valladolid y de Palencia con 1.311.213 y 1.148.802, respectivamente, y de Soria con 833.990 toneladas. El rendimiento medio, según datos de la Junta, se prevé en 3,8 toneladas por hectárea, un 23,7 por ciento superior a la media de los últimos diez años, de 3,1 toneladas por hectárea.

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