Pardo ha precisado a los grupos junteros que su departamento sólo puede emitir una recomendación a los agricultores para que no lo utilicen, algo que, ha agregado, ya ha hecho.
El grupo del PNV ha recordado que la Unión Europea desaconseja el uso de estos insecticidas en periodos anteriores y posteriores a la floración de las plantas, cuando pueden resultar más dañinos para las abejas. Por este motivo, el PNV considera que su utilización no sería perjudicial en cultivos que carecen de floración.
La comisión también ha acordado por unanimidad, a instancias del PP, pedir a la Diputación Foral que establezca "vínculos de colaboración e información permanente" con la recientemente creada Red Para la Prohibición de los Plaguicidas Neurotóxicos.
El objetivo de esta red es conseguir que se abandone el uso de estos productos y proteger de forma más eficaz a las abejas, insectos vitales para la diversidad del planeta, ya que son los responsables del 80% de la polinización de la flora mundial.
Los apicultores de COAG instan al ministro a su uso
Por su parte, los apicultores de la organización COAG han solicitado al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, "un apoyo firme" a la suspensión temporal del uso de insecticidas neonicotinoides que la Comisión de Apelación someterá a votación en Bruselas el lunes 29 de abril.
Fuentes de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos han explicado que en marzo, en una anterior votación, en el seno del Comité de la Cadena Alimentaria, "más de carácter técnico que el de la Comisión de Apelación, de índole más político", no se consiguió la mayoría cualificada necesaria para su aprobación.
En esa reunión, España, al igual que otros 12 países, votó a favor de la suspensión temporal del uso de esos neonicotinoides tras introducir una excepción para poder seguir utilizándolos en invernaderos y en árboles frutales que no estuvieran en floración.
"Es posible que esta vez se produzca un acuerdo y que se consiga una mayoría cualificada -14 países a favor-, pese a las reticencias mostradas abiertamente por países como Alemania y Reino Unido a que se apruebe la suspensión de la utilización de dichos insecticidas", han explicado.
Los apicultores de esta organización no descartan que si se desbloquea la situación su aplicación se posponga desde el 1 de julio de 2013 que inicialmente proponía la Comisión Europea (CE) hasta el 1 de enero de 2014.
A su juicio, la prohibición, en los términos que se manejan ahora, afectaría sobre todo al cultivo de maíz, algodón, girasol y colza, "que son además los cultivos más atractivos para las abejas melíferas".
Según los datos que maneja COAG, la polinización de las abejas melíferas "es un servicio insustituible para los cultivos" y su valor podría estimarse en torno a los 22.000 millones de euros en Europa por su influencia en una mayor producción.
La CE propuso la prohibición temporal de tres insecticidas sistémicos neurotóxicos de la familia de los neonicotinoides (imidacloprid, clotianidina y tiametoxam) tras los informes que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hizo públicos el pasado 16 de enero y que confirmaban su riesgo para las abejas.
Estos insecticidas, que se comercializan bajo las marcas Cruiser, Gaucho, Escocet, Poncho, Dantop, Actara y Confido, entre otras, se utilizan para el tratamiento de semillas y en pulverización.
A través de la savia, su toxicidad invade toda la planta y llega al polen y al néctar de las flores, afectando al sistema nervioso de los insectos polinizadores, que se aturden y se desorientan y por tanto consiguen volver a la colmenas.
A juicio de COAG, "la CE debe conseguir soluciones tanto para los agricultores como para los apicultores, que tienen actividades complementarias", y "exigir a las multinacionales fabricantes de neonicotinoides que pongan con urgencia a disposición de los agricultores "alternativas eficaces para combatir las plagas".