La semana pasada hacíamos hincapié en que el mercado venía teniendo una baja importante atada a la crisis financiera internacional, pero que la posición de fondos índice no se había reducido significativamente, la salida había sido fundamentalmente de fondos tradicionales. Actualmente nos encontramos en que además de esto los fondos índice comenzaron a reducir más fuertemente sus posiciones, y que tuvimos datos fundamentales bajistas, aunque deben ser contextualizados.
A continuación un resumen de los principales tópicos a tener en cuenta, y luego un detalle mayor de cada punto, y esta vez son muchos!
Se suceden las malas noticias financieras, mientras que en Europa sólo hay promesas y burocracia, frente a al pánico que esto genera los fundamentos de los granos son irrelevantes.
En el último año los commodities siguen teniendo un buen retorno respecto de los activos financieros, aunque en el corto plazo esto se ha revertido en un proceso de arbitraje.
La situación se agrava dado que ahora los fondos índice también comienzan a salir de sus posiciones compradas, con un poder de fuego muy grande
Técnicamente las señales que se fueron dando son muy malas y esto hace que la liquidación no encuentre limitaciones
El reporte del USDA sobre stocks dio una mala noticia para los granos, pero debemos relativizar la conclusión teniendo en cuenta la caída de los precios entre la fecha de relevamiento y la de presentación.
La presión de cosecha en EEUU por un lado es negativa para precios, pero por el otro viene acompañada por datos de rindes bajos
La demanda internacional empieza a aparecer para tomar los precios más bajos, pero encuentran oferta y se relajan, ya que los precios siguen a la baja
Los precios en Argentina caen en menor proporción pero se van reduciendo
En conclusión tenemos por delante un mercado negativo en un proceso de liquidación que sigue marcando presión negativa. Sin embargo los fundamentos de fondo son sólidos. El problema es que mientras no haya razones concretas para dejar de lado el pánico, ningún especulador entrará en mercado a contrariar una tendencia tan clara, y ningún comprador acelerará sus adquisiciones viendo que día a día puede comprar más barato.
En esta coyuntura es buen momento para tomar coberturas al alza para ventas ya realizadas, tomar ganancias de PUT comprados y pasarse al mercado vendido y con CALL comprado a la suba, pero no es el mejor momento para vender.
Sin embargo, si esto no se hizo antes, tampoco debería dilatarse la operación, no porque pensemos que estos valores nunca se recuperarán sino porque estos valores siguen siendo buenos a la luz de la historia reciente de precios, superan a los costos y están por encima del promedio del año anterior.
Se suceden las malas noticias financieras, mientras que en Europa sólo hay promesas y burocracia, frente a al pánico que esto genera los fundamentos de los granos son irrelevantes.
La preocupación central del mercado es la falta de un manejo rápido y decidido de la crisis financiera en Europa. Esto está generando el temor de que las instituciones financieras tengan inconvenientes serios por la desvalorización de sus carteras, mientras que el Banco Central Europeo y los Ministros han demostrado que la burocracia que implican sus decisiones hacen que estas sean demasiado lentas para poder reaccionar a los tiempos de los mercados.
Recordemos que desde el 2010, se viene prestando atención al problema del endeudamiento de los países más débiles de Europa. Por ello recordemos que si bien Grecia es el país más comprometido, descartándose ya que muy probablemente entre en default, tras Grecia vienen otros países también periféricos, pero en la fila hay dos de proporciones más importantes: España e Italia. Y además, para el mercado financiero, el problema no pasa tanto por la marcha de las economías de esos países, al menos en el corto plazo, sino por la desvalorización de los activos financieros que están en los balances de los bancos Europeos.
En el inicio de la semana los mercados se esperanzaron ante el compromiso de los líderes alemanas de tomar nota de las críticas que se le hicieron en el G20: las acciones que están tomando para manejar la crisis europea, son demasiado lentas. Incluso cuando en Alemania se aprobó la ampliación al Fondo de Estabilización Europeo tanto en el dinero que tienen para maniobrar, como en las facultadas para manejarse. Sin embargo, luego se tomó nota de que ese trámite debía repetirse en al menos ocho países más para que fuera operativo, al tiempo que este fue planificado en julio. De haberse convertido en realidad en ese momento, es posible que la crisis no hubiese tomado estas proporciones.
A eso se le suman distintos datos negativos que se fueron difundiendo en distintos países: la inflación europea en torno al 3%, la caída en la actividad de China, la baja en el gasto de los consumidores norteamericanos, y el pobre crecimiento de la economía de ese país.
Mientras estas situaciones no se resuelvan y no comiencen a aparecer datos más consistentes en el resto del mundo, el ánimo financiero seguirá por el piso, y los mercados seguirán en liquidación.
Esto va generando en el mercado de granos una salida fuerte de fondos por dos cuestiones. Por un lado el temor a que la baja se profundice lleva a los inversores a querer salir para compensar pérdidas en los mercados donde tienen signo negativo, y para recuperar capital. Por otro lado la baja es tan difícil de explicar y los pisos que se van rompiendo generan tanta incertidumbre, que la actitud es salir de las posiciones compradas y esperar un mercado más claro para reposicionarse.
Frente a eso no hay explicaciones fundamentales que valgan.
En el último año los commodities siguen teniendo un buen retorno respecto de los activos financieros, aunque en el corto plazo esto se ha revertido en un proceso de arbitraje.
Lo primero que nos muestra este cuadro es que en todos los mercados se ve una caída de valores, pero más pronunciada en commodities.
Luego que desde inicios de año la merma en el valor de los activos financieros es significativa, especialmente en Europa donde está el meollo de la crisis, pero también en EEUU y Asia.
Pero en el último año anterior vemos que los commodities subieron, mientras que las bolsas asiáticas y europeas perdieron valor.
Esto demuestra que sigue siendo válido que los commodities protegen ante la devaluación cruzada y la inflación de las monedas, y que como inversión, los commodities tienen un retorno muy importante en este contexto.
Estamos en definitiva en un arbitraje, ante las pérdidas financieras, se utilizan las ganancias acumuladas en commodities para promediar el rendimiento negativo de acciones y tenencias en efectivo con los positivos de commodities.
La situación se agrava dado que ahora los fondos índice también comienzan a salir de sus posiciones compradas, con un poder de fuego muy grande
De acuerdo a la posición de la CFTC los operadores especulativos tradicionales, que tratan de beneficiarse con los movimientos de precio causados por desajustes de oferta y demanda, y que acumulaban una posición comprada enorme siguen liquidando la misma, pero no llegan a los mínimos recientes, lo cual implica que todavía hay riesgo a la baja.
Pero ahora los fondos índice han comenzado a liquidar posiciones más activamente. Mientras que los fondos especulativos están comprados en niveles no tan elevados, los fondos índice o financieros tienen una posición enorme, y si siguen liquidando la baja puede pronunciarse todavía más.
Esto nos lleva al temor de que se repite la crisis vivida en el 2008, donde la caída en la posición de los fondos índice fue del 50%, mientras que los precios bajaron también un 50%. Si ese es el camino, la baja recién comienza. Sin embargo así como en aquel momento a la larga los precios reaccionaron a la suba por sus fundamentos que son los que en el largo plazo definen el valor del grano, podemos esperar que en algún punto la baja termine, el mercado reflexione, vea una oportunidad de compra y tengamos nuevamente alzas.
La enseñanza que dejó aquel proceso es que esto recién ocurrirá cuando se vean decisiones concretas, de magnitud acorde al problema, y que comiencen a generar un cambio concreto en las expectativas generando en los inversores la sensación de que se encuentran ante oportunidades de compra.
Técnicamente las señales que se fueron dando son muy malas y esto hace que la liquidación no encuentre limitaciones
El análisis técnico se basa en la observación de la tendencia de precios para identificar los patrones de comportamiento de compradores y vendedores, con el fin de identificar el posible desarrollo a futuro del mercado. Por eso no se pregunta por qué los precios suben o bajan como lo hace el análisis fundamental, con lo que no se puede brindar un marco de referencia conceptual a los conclusiones, pero por el otro lado las predicciones que se realizan – obviamente no siempre exitosas – tienen la virtud de ser muy contundentes en cuanto a niveles de precio y objetivos de suba o baja. Otra virtud del análisis técnico que es sencillo y rápido de aplicar. Con sólo ver una gráfica que recoja la tendencia del preci o de cualquier activo financiero, es posible identificar la tendencia y definir objetivos, con lo que los operadores especulativos lo utilizan para definir de esta forma sus precios de compra y venta, y lo que es más importante, sus objetivos de ganancia (nivel de precio en el cual cerrarían la operación por haber recorrido el mercado el trecho esperado), y sus límites de pérdida (nivel de precio que de alcanzarse implicaría un cambio en la tendencia observada).
En el caso del contrato de soja con entrega noviembre de Chicago, desde inicios de año se observó una lateralización, esto es una negociación ente un techo de 1400 puntos (514 U$S/tt) y un piso de 1300 puntos (477 U$S/tt) dentro del cual el mercado osciló tocando en repetidas ocasiones ambos extremos. Sin embargo, a fines de agosto, el mercado rompió el techo de los 1400 puntos, dando una señal de que estaba listo para subir otro escalón, lo que disparó órdenes de compra, que catapultaron el precio a los 1450 puntos (532 U$S/tt) rápidamente. Sin embargo en este nivel se alcanzó un techo, en el cual se dispararon tomas de ganancia. Normalmente en la suba se piensa que hay más compradores que vendedor es, con lo cual a medida que los precios subían desde el último piso de 1300 tocado a inicios de agosto, se fueron generando posiciones compradas teniendo cada una objetivos de ganancia y límites de pérdida sucesivamente más altos. Cuando se produjo la baja se comenzaron a ejecutar las tomas de ganancia, a generarse ventas, y ante la ausencia de nuevos compradores, el mercado fue cayendo escalonadamente rompiendo pisos sucesivamente.
El primer piso clave que se rompió a la baja fue el nivel de los 1400, donde debería haberse rebotado al alza para confirmar el cambio de una tendencia lateral a una alcista. El segundo piso clave que se rompió fue el del medio del rango por el que operó la soja anteriormente, en 1350. Luego fuimos por el piso de 1300 que también fue roto a la baja. Posteriormente, dado que en el análisis técnico se le da mucha importancia a los “números redondos”, se había tomado como elemento clave los 1300, pero el mínimo real que se tocó en la sucesión de pisos y techos, fue de 1250 puntos. Y ese nivel pareció dar soporte esta semana a los precios, hasta que el viernes también se rompió .
El hecho de no lograr hacer pié en ninguno de estos pisos deja al mercado en una visión negativa bastante pesimista, y a los operadores poco interesados en ponerse del lado comprador, aun cuando observando la tendencia en el largo plazo, la situación no es tan mala.
En el caso del maíz (Chicago contrato diciembre) hasta inicios de mayo la tendencia había sido netamente alcista, pero en ese momento se encontró un techo importante en los 680 puntos, con un piso en los 620, aunque en algunas ocasiones tanto esos techos como los pisos fueron penetrados pero por breves momentos. No fue sino hasta inicios de agosto cuando el mercado realmente rompió el techo y desarrolló una fuerte suba, que lo llevó casi sin pausas a los 780 puntos. Tanta suba seguida acumuló muchas posiciones compradas, que cuando el mercado mostró bajas, comenzaron las tomas de ganancia vendiendo muchos contratos. Así se fueron rompiendo sucesivamente pisos muy importantes para los mercados: 720, 740, 700, 680, 660, y el &ua cute;ltimo 620 puntos. Todos ellos rotos a la baja rápidamente.
El trigo en tanto es el producto más débil, ya que de hecho viene mostrando tendencia bajista desde hace un tiempo importante, aunque con menores variaciones. En los momentos en los que los otros productos desarrollaban subas, el trigo lograba solo rebotes desde los niveles de piso que se iban encontrando.
Al observar la tendencia de largo plazo en estos mercados nos encontramos que mientras en soja no se ve que se haya roto la tendencia de largo plazo (últimos cinco años) positiva, en el caso del maíz la misma es algo confusa, pero parece estar siendo perforada, pasando a una fase donde se podría negociar por debajo de la misma como ocurrió sobre fin de 2009 e inicios de 2010. El trigo en tanto está lateralizado, encontrándose en la mitad del rango por el que viene operando en los últimos cinco años.
El reporte del USDA sobre stocks dio una mala noticia para los precios, pero debemos relativizar la conclusión teniendo en cuenta la caída de los precios entre la fecha de relevamiento y la de presentación.
Este viernes el USDA difundió la estadística de stocks de granos en EEUU al primero de Septiembre, la cual mostró mucha más cantidad de maíz y trigo de lo que el mercado esperaba.
Esto significa que el consumo de estos productos resultó menor que lo que se esperaba. Debemos señalar que esto se habría debido a la fuerte alza de precios que se produjo en los últimos meses y que por las razones que se comentaron en los apartados anteriores se contrajo un 15% desde que ese reporte se presentó hasta el momento.
Es importante tener presente que la cosecha de maíz que se está levantando actualmente en EEUU ha sufrido una merma importante por la seca de julio / agosto, amenazando con llevar las existencias a niveles peligrosos, y que los reportes de rinde que se van obteniendo están muy por debajo de las últimas proyecciones del USDA. Por esto el contar con unas existencias más altas que las que estábamos proyectando nos llevan a un punto inicial más cómodo para afrontar esa cosecha.
De todas formas es importante mencionar que la razón por la que los stocks resultaron tan altos fue porque los precios estaban muy altos. La caída posterior, debería generar un aumento en la demanda que fácilmente podría absorber esta disponibilidad adicional de maíz.
En el caso del trigo la situación es más compleja ya que en el mundo así como en EEUU sus existencias son más abultadas.
La presión de cosecha en EEUU por un lado es negativa para precios, pero por el otro viene acompañada por datos de rindes bajos
Se lleva cosechado el 15% del maíz en EEUU mientras que la trilla de soja está apenas iniciada. Esto hace pensar que la disponibilidad de granos podría presionar los precios a la baja. Sin embargo tenemos también que tener presente que los rindes que se van reportando, si bien están por encima de lo que algunos productores esperaban, están por debajo de las proyecciones del USDA.
La demanda internacional empieza a aparecer para tomar los precios más bajos, pero encuentran oferta y se relajan, ya que los precios siguen a la baja
Ya desde el inicio del proceso de baja las exportaciones de EEUU mejoraron, especialmente con China comprando tanto maíz como soja. Las mismas no son despampanantes, pero en la baja el interés comprador se manifestó, mostrando el punto del que hablamos al hacer referencia al reporte de stocks: a este nivel de precios, se despierta la demanda que faltó y que hizo que los stocks de maíz fueran superiores a los esperados.
La pregunta es por qué la demanda no se manifiesta con más fuerza? La respuesta es porque los precios no dan ninguna señal de haber encontrado pisos, por lo que se van haciendo promedios de compra a la baja. Si los precios dieran señales claras de estar en niveles de pisos, la demanda se volvería más activa.
En el caso particular de la soja, donde como dijimos la baja fue de 15% desde inicios de mes, tenemos que tener en cuenta también que en medio se produjo una fuerte devaluación del real, que pasó del nivel de 1,6 a 1,9, es decir un 12,5%, con lo que medida en reales la soja de Chicago tuvo una baja de sólo un 1%.
Por esta razón, para el productor Brasilero la caída de precios de Chicago no se notó, y ante un contexto de mayor demanda, se dispararon las ventas. Al estar Brasil más presente como exportador en el mercado, tanto EEUU como China quedaron mucho más relegados, y el apetito Chino de soja estaría siendo saciado en lo inmediato por importaciones procedentes del país carioca y por la propia producción que está también arribando al mercado.
En definitiva eso se traduce en una falta de interés notorio para la soja Argentina y Brasilera, que se hace patente en la caída de la prima FOB que había estado en niveles muy interesantes justamente en el momento previo a la suba que vimos de Chicago.
Los precios en Argentina caen en menor proporción pero se van reduciendo
El valor de la soja en Argentina bajó menos que en EEUU, pero sin embargo tenemos que tener presente que los valores que se manejan actualmente, en torno a los 290 U$S/tt a cosecha, teniendo en cuenta las tendencias de años anteriores son buenos de todas formas. También lo son cuando se los compara con los costos de producción. Sin embargo están muy por debajo de lo que habíamos alcanzado y de los valores a los que nos dirigíamos cuando nos sorprendió la crisis financiera.
En el caso del maíz y el trigo, las bajas del exterior no se trasladaron al mercado local por una sencilla razón: cuando los precios aumentaron, y el valor FOB de maíz y trigo Argentino subió, los precios que se pagaban al productor llegaron a registrar descuentos de 80 U$S/tt respecto de la paridad de exportación. Es decir que al subir los precios internacionales, se constituyó un “colchón” por no haber subido el precio local. Ahora que el mercado bajó ese “colchón” se fue reduciendo paulatinamente hasta llegar a niveles relativamente bajos.
De todas formas el tener un valor local en línea con el extranjero no necesariamente es bueno, porque esto ha ocurrido en medio de una fuerte baja de valores. Es decir no mejoró el precio que recibe el productor, sino que cayó el valor de Chicago, manteniéndose el local.
En definitiva si se piensa que cuando el mercado internacional se tranquilice los precios pueden mejorar, este sería buen momento para fijar el diferencial entre el mercado local y el internacional, lo cual puede hacerse por medio de un basis, cubriendo el riesgo a la baja por medio de un contrato de “basis” es decir de maíz a fijar por un diferencial sobre Chicago.