El pleno del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la asociación que integra a los principales exportadores privados de cítricos del país, aprobó el pasado 20 de julio el relevo en la dirección general de la entidad. Según lo anunciado, Francisco José Martínez Serrano, que a sus 70 años deja su cargo por jubilación, cesará en su actual responsabilidad el próximo 1 de septiembre y será sustituido por la actual ‘número dos’ en la plantilla, la hoy técnico del CGC, Inmaculada Sanfeliu.
La decisión fue ratificada por el órgano de gobierno de esta patronal después de que su presidente, Vicente Bordils, agradeciera «la dedicación, profesionalidad y compromiso demostrado durante casi cuatro décadas» por Martínez, a quien el pleno quiso reconocer su «brillante» trayectoria «al servicio del sector citrícola español» con la preparación de un homenaje, que está previsto se realice el próximo mes de septiembre.
Inmaculada Sanfeliu Feliu es ingeniero agrónomo por la UPV. Su primer cargo de responsabilidad se dio en la capital belga, donde coincidió por poco tiempo con Martínez en 1991, año en el que comenzó a ejercer como técnico del Área de Agricultura y Política Comercial en la Oficina de la Comunidad Valenciana en Bruselas. Este cargo llevó consigo la representación europea del propio CGC hasta 1996. A partir de octubre de aquel año y sin moverse de Bruselas pasó a trabajar para Intercitrus con las mismas funciones.
Con el arranque de la temporada citrícola 98/99 se incorporó directamente como técnico en el organigrama profesional del CGC en su sede central, cargo que aún hoy ostenta. Por su trayectoria, Sanfeliu es una profunda conocedora del sector citrícola español, de su exportación, de la Política Agrícola Común (PAC), de los acuerdos internacionales (OMC, acuerdos de asociación o con países terceros) así como de la normativas comunitaria, nacional y autonómicas vinculadas a esta actividad.
Ingeniero agrónomo por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Francisco José Martínez Serrano ejerció durante algún tiempo como profesional libre hasta que en 1978 se incorporó al entonces Comité de Gestión de la Exportación de Frutos Cítricos como delegado en el Reino Unido e Irlanda. Tras vivir desde Londres la consolidación de la entidad que aglutinaba en aquellas fechas a todo el sector citrícola español -tanto a la producción como al comercio e industria- su buen hacer le permitió ser llamado en 1982 a Bruselas para ejercer como representante de este colectivo empresarial en el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) y más que éso, para contribuir a preparar, como responsable también de las relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE), el desembarco de esta industria en el emergente proyecto europeo.
Protagonista del sector citrícola en las negociaciones que derivaron en el Acta de Adhesión de España en la CEE -cosa que se consumó en 1986- durante tres años ejerció como director de la Oficina de la Comunidad Valenciana en Bruselas, que entonces regentaba la Generalitat Valenciana junto a las cajas de ahorro valencianas, las cámaras de comercio y el propio CGC. Una vez ya definido el marco en el que se desarrollaría el mercado único europeo fue requerido por el comité para que asumiera, a partir de 1992, la dirección general de la entidad al tiempo que supo compaginar tal labor, ya desde Valencia, con el impulso del Mercado de Futuros de Cítricos (que arrancaría en 1995 y se liquidó en 2003). Desde 1992 ha representado pues al comercio privado de agrios ante las distintas administraciones así como ante toda suerte de organismos internacionales (CLAM, Eucofel, el Grupo de Expertos en Cítricos de le UE, la CEPE/NU…). En su curriculum figura también su papel como vicepresidente desde su fundación en 1993, en nombre del comité, de la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus).