La jornada comenzó con las palabras de Javier Rojas, concejal de promoción y desarrollo del Ayuntamiento de Aranda de Duero que inauguró el encuentro explicando la importancia que para el municipio tiene la formación como vehículo motor de mejora hacia la excelencia, poniendo especial énfasis en un sector tan importante para la región como es el vitícola.

    A continuación, Rafael del Rey, director general del observatorio español del mercado del vino, realizó una interesante ponencia que tituló Uvas y vinos para el mercado, en la que se ha centrado en dos ideas fundamentales, la primera es que España es un país muy diverso en cuanto a la producción de distintas tipologías de vino, no sólo por su diversidad climática, sino también por las diferentes calidades de vino que se pueden obtener en una misma DO, incluso en una misma bodega. La segunda, es la necesidad de lograr un equilibrio entre lo que se produce y lo que se puede vender y añade una palabra a la frase que considera de gran importancia: “…lo que se puede vender bien”.

   Del Rey, ha realizado un amplio análisis del mercado en el que cabe destacar la gran importancia de la exportación que ya lleva unos años duplicando al consumo nacional. Los stocks de la presente campaña han sido sorprendentemente mayores que los de la pasada, aunque 2012, tuvo una reducción de producción significativa por la sequía, la reducción de las ventas se ha producido por un aumento de los precios del vino, sobre todo del vino joven. Al final concluye que hay que organizar las ventas pensando a medio plazo, ser competitivos, en todas las gamas de mercado y equilibrar lo que producimos con lo que podemos vender.

Sólo el 41% del viñedo está asegurado

   La siguiente ponencia corrió a cargo de Jesús García, jefe de servicio del órgano de gestión de seguros agrarios ENESA perteneciente al MAGRAMA, quien expuso la situación actual y futura del seguro agrario dependiente de ENESA. Para García, el futuro pasa por concienciar a los agricultores de que aseguren sus cosechas para paliar los riesgos de la explotación, aprovechando la financiación institucional, para lograr así evitar situaciones de desprotección o menores cuantías de indemnización ante catástrofes.

    En España, el nivel de aseguramiento del viñedo actual está en torno al 41% de la superficie cultivada pudiendo el viticultor acogerse al seguro base que puede ampliar después con diferentes garantías adicionales en función de sus condiciones particulares. Además ha recalcado que existe un seguro que cubre las pérdidas de calidad de la uva, de gran importancia en aquellas zonas en las que la producción no es la base del negocio pero sí lo es la calidad del producto.
 
   Antonio Taboada, del departo de desarrollo y marketing de Comercial Química Massó, ha tratado un tema muy novedoso y que ha tenido un gran interés entre los asistentes, el uso de endomicorizas en el cultivo del viñedo. Las endomicorizas son hongos que aportan una mayor absorción de agua y nutrientes a la planta mientras que la planta cede parte de sus azúcares para el crecimiento de estos hongos. Según Taboada, pruebas realizadas con MYC 4000 han conseguido crecimientos en la longitud de las ramas del 23% y del peso de los racimos del 36%, siendo además muy eficaces, en el control de hongos de suelo como por ejemplo, por ejemplo Armillaria Mellea. Además insiste en la facilidad de aplicación ya que puede inyectarse mediante la red de riego o mediante hidro inyección.

   Victorino Martínez, director de desarrollo y comunicación de Sigfito, entidad sin ánimo de lucro que gestiona la recogida de envases de fitosanitarios, defendió el uso de los mismos, haciendo hincapié en que sin la aplicación de éstos productos los rendimientos de cultivo que se consiguen hoy en día no serían posibles, pero siempre que sean aplicados acorde con las normas de gestión integrada de plagas y el código de buenas prácticas agrícolas.

   Sigfito tiene una experiencia de 10 años trabajando en la gestión de los envases de fitosanitarios. Hoy en día cuenta con 3.500 puntos de recogida en España, 325 en Castilla y León y 57 en Burgos y realiza una de las labores más importantes en la agricultura moderna, educar para el reciclaje de estos componentes y el cuidado por el medio ambiente. Castilla y León, está en la 3ª posición de reciclaje de envases a nivel nacional, dato que indica la elevada implicación del sector con esta labor. Como novedad ha dado a conocer que desde este momento, también otros envases como los de fertilizantes y otros medios de defensa fitosanitaria, pueden adherirse a Sigfito y ha animado a las empresas a que lo hagan.

Apostar por técnicas orientadas a la rentabilidad del viñedo

   Jesús Yuste, Doctor Ingeniero Agrónomo Investigador del ITA de Castilla y León, ha realizado una interesante ponencia sobre técnicas de cultivo orientadas a la rentabilidad del viñedo. Los costes del cultivo del viñedo, dependen de diversos factores, el tipo de poda, manual o mecánica, tipo de vendimia, etc. Sin embargo, existen técnicas de cultivo que tienen un peso distinto en el coste final, como por ejemplo, los fitosanitarios que suponen un 30% del coste total.

     Hay que tener en cuenta que el coste para producir un kg de uva es muy parecido en los distintos sistemas de cultivo, pero que no es lo mismo repartir dicho coste en función de la producción total por hectárea, es decir, en una explotación en la que se producen 5.500kg/Ha producir cada kilo cuesta 60 céntimos, mientras que si las producciones llegan a 9.500kg/Ha el coste baja a los 36 céntimos.

La rentabilidad depende de los gastos y de los ingresos, por tanto dicha rentabilidad se puede afrontar a través de minimizar costes de cultivo, lo que se puede realizar a través de la optimización de las distintas técnicas de cultivo que incurren en el viñedo y de tratar de maximizar los ingresos a través del rendimiento y del precio unitario de la uva que debiera corresponderse con la calidad de la misma.

    La minimización de costes se puede plasmar a través de los diversos factores de producción, suelo, clima, material vegetal, densidad, formación, poda, y de la mecanización. Ahí es donde estas técnicas deben adecuarse a los factores de producción de manera que se optimiza el rendimiento, la calidad y se reduzcan los costes de aplicación, sobre todo los innecesarios.

   La maximización los ingresos a través del rendimiento unitario hasta el límite permitido a través del precio de la uva, para ello esto tiene que pasar por una correspondencia con la calidad. Para ello, las técnicas de cultivo deben permitir optimizar no sólo el rendimiento sino la calidad, mejorando el microclima de los racimos, la separación del vino que se quiera conseguir. La propuesta de Yuste son las relaciones estables a medio plazo entre productor y bodega para que lo que se pretende de la uva en cuanto a estándares de calidad pueda verse reflejada en el precio.

   Por último Juan José Bustos, Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, y la alcaldesa de Aranda de Duero, Raquel González, hablaron del sector vitícola en la región que a pesar de las dificultades que atraviesa la economía en general, vive un panorama optimista con el aumento de superficie de volumen cultivado en los últimos cuatro años de una calidad excepcional además de crear empleo, valor paisajístico y cultural que potencia otros sectores de actividad cómo el turismo, hostelería y la gastronomía.

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