Xavier Lluch i Llopart / Presidente del Consell Comarcal del Alt Penedés

Nuestra comarca está viviendo unos meses tristes. Como presidente comarcal, quiero hacer unas reflexiones en estos tiempos de pandemia, pandemia para la salud de las personas y también para la salud de nuestro territorio y nuestro paisaje.

Hace apenas un mes, en el Penedés todos hablábamos de exceso de vino en las bodegas. Por varias razones, la más evidente, el frenazo de la economía y del consumo de vino de calidad por el covid19. Todo se detuvo: restauración, turismo, exportación, etc. Podríamos quedarnos con una mirada a corto plazo, pero la realidad es que el problema ya venía de antes: el aumento de las hectáreas de la D.O. Cava, la producción siempre alta y el estancamiento de las ventas nos han llevado a este escenario.

Es cierto que en los últimos años el cultivo de la vid ha dado un gran paso adelante en la cantidad de hectáreas ecológicas; con el avance que ello implica para la calidad de vida de las personas que viven en el territorio. Este concepto sostenible del Penedés, responsable y respetuoso con la naturaleza, es el escenario futuro que debe hacernos avanzar hacia un turismo de calidad.

Explicado este trasfondo, a día de hoy, quien lo está pasando mal son los viñedos. Podríamos decir que «la pandemia del mildiu» está haciendo evidentes muchas deficiencias de nuestro sector agrícola. En esta vendimia los viticultores podrían no recibir ningún ingreso por su trabajo, puesto que el mildiu se ha llevado toda su cosecha. Y hay que señalar también que los viñedos más afectados serán los que más arriba hemos llamado «los ecológicos». También vale la pena recordar que el mildiu en Cataluña no es asegurable, aunque sí lo es en otras comunidades autónomas del Estado; algo que me resulta difícil de entender y a lo que alguien debería poner remedio aunque sea tarde.

No es un problema menor: habrá explotaciones que no tendrán suficientes recursos para ver crecer la cosecha de 2021. Y no exagero si hago público que conozco a varios viticultores que, a día de hoy, tienen que medicarse porque ven la gravedad de la afectación del mildiu en sus vides. Las personas que viven en el sector primario trabajan, como la mayoría, para llegar a fin de mes, pero no debemos subestimar el amor que sienten hacia sus viñedos y el paisaje. Sin duda, quienes más cuidan el medio rural son las personas que allí viven y trabajan.

Además, en los próximos meses habrá mucho menos trabajo, menos empleo; una preocupación añadida a la falta de ingresos que tendrá el sector.

La Administración debe ser consciente de esta situación, para poder abordarla en todas sus facetas. Creo que los problemas del campesinado no deben abordarse sólo desde la vertiente agrícola (des de la Consejería de Agricultura), sino como un problema de país. En estos momentos en que hablamos de paisaje, de emisiones contaminantes, de territorio, de infraestructuras, de políticas sociales… es hora de poner al campesinado en el centro del debate y como una riqueza para Cataluña.

Tendremos algo de ayuda (para podar en verde), sin embargo si la Generalitat de Catalunya no puede aumentar el presupuesto para estas subvenciones, no llegarán a ninguna parte. También habrá ayudas para la producción ecológica -que deberían pagarse puntualmente-, pero que no compensarán, ni de largo, el riesgo asumido por los agricultores que trabajan la tierra y nuestro paisaje de manera respetuosa. Los productos derivados de la producción ecológica tampoco tienen un valor añadido que los haga viables en el futuro. La Generalitat debe poner a disposición de los viticultores que lo necesiten, créditos blandos (a través del Institut Català de Finances), para garantizar que puedan llegar a la próxima cosecha.

Seguramente este año habrá que ampliar los subsidios para dar continuidad a muchas explotaciones agrícolas; pero también es cierto que la mayoría de los agricultores no quieren ser «subvencionados», quieren que se pongan las herramientas necesarias para que mejore el precio de sus productos.

Este año, en la D.O. Cava se han tomado medidas como reducir la producción, de 12.000 Kg/Ha a 10.000 Kg/Ha. Comprendo y podría llegar a defender esta medida si fuera acompañada de otras medidas, como un precio mínimo acordado para la uva; de lo contrario, sólo empobrece al viticultor.

Las administraciones locales y nacionales deben promover y facilitar la creación de pequeñas bodegas. Desde el Consejo Comarcal del Alt Penedés, junto con el Ayuntamiento de Vilafranca y VITEC, nos hemos puesto manos a la obra en esta dirección, pero es necesario ir más allá. Las diversas denominaciones de origen también tienen que facilitar el trabajo de los viticultores que quieren dar un paso más y elaborar sus propios vinos. La coexistencia de grandes productores (tanto de vino tranquilo como de cava) con pequeñas explotaciones que completan el ciclo y llevan su vino al mercado, es positiva para todos.

Seguramente no sea el mejor momento para realizar las inversiones que serían necesarias, pero los momentos de crisis como éste tienen que servir para poner las bases del Penedés del futuro. Debemos trabajar juntos para ser líderes en agricultura sostenible, en hacer vinos de calidad, en generar oportunidades para nuestros jóvenes y en mantener una forma de trabajar el paisaje que no sólo haga que quienes trabajan la tierra se sientan orgullosos, sino que haga posible que el conjunto de la ciudadanía disfrute de este territorio especial. Tenemos que conseguirlo, porque si no deberemos olvidarnos de nuestra calidad de vida… i dejaremos a nuestros hijos una herencia muy pobre.

Todos los agentes del sector necesitamos sumar esfuerzos: la administraciones, las empresas, los enólogos, los sindicatos, los empleadores, las denominaciones de origen, etc. Estamos llamados a planificar y a ponernos de acuerdo, para que en la cadena de producción de nuestros vinos ningún eslabón perjudique al que tiene debajo. Soy optimista, a pesar del desastre de este año, tenemos todos los ingredientes para ser una región vitivinícola líder del sur de Europa. ¡No desaprovechemos esta oportunidad!.

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