Estos globos realizan vuelos bajos continuados provocando estampidas y estrés en los animales.  Además, aterrizan sin permiso en fincas particulares, valladas y ocupadas por vacas y terneros, así como en tierras sembradas. Esta situación no es nueva, ya durante 2017 y 2018 se mantuvieron varias reuniones para tratar este asunto.

Los globos aerostáticos realizan vuelos bajos de larga duración por las zonas de pasto, accionando el quemador cuando estiman conveniente. El ruido provocado por este aparato provoca grave estrés a los animales, dando lugar a estampidas. Los animales asustados saltan vallas, alambradas, e irrumpen en las carreteras con los evidentes riesgos para la seguridad vial y desazón para el ganadero, que observa impotente la situación. Por si esto no fuera suficiente, aterrizan impunemente en fincas privadas, valladas y con ganado en su interior, vulnerando el derecho a la propiedad privada y provocando enormes daños al ganado.

En 2018 se alcanzó un pacto entre operadores y ganaderos de UCCL, con la mediación de la Subdelegada del Gobierno de entonces, en el que se definía una zona de exclusión de vuelo en determinados municipios. Estos municipios se corresponden con la zona ganadera del entorno de la capital, donde predomina la cría de ganado extensivo en superficies de pastos.

“LA ACTIVIDAD TURÍSTICA DE VIAJES EN GLOBO ES PERFECTAMENTE FACTIBLE EN SEGOVIA SIN NECESIDAD DE INVADIR LOS ESPACIOS DE CRÍA DE GANADO”

Tras unos años en los que el pacto alcanzado se ha venido cumpliendo en gran medida, desde la organización observan «cómo nuevamente, las empresas que operan con globos aerostáticos están volviendo de nuevo a campar a sus anchas por las zonas de pasto, provocando graves situaciones de estrés al ganado, con las consecuencias antes citadas».

Desde Unión de Campesinos de Segovia, han trasladado a la Subdelegada su malestar por esta situación, «pues entendemos que la actividad turística de viajes en globo es perfectamente factible en Segovia sin necesidad de invadir los espacios de cría de ganado, más en momentos tan sensibles como la primavera, en el que las vacas paren sus terneros, y ambos son mucho más vulnerables y sensibles a cualquier evento externo que provoque estrés».

Asimismo, han trasladado su propuesta, que no es otra que PREVENIR. Para ello, basta con retomar el pacto alcanzado en su día, haciendo cumplir a las empresas operadoras unos itinerarios de vuelo que no interfieran en las zonas de cría de ganado. Esto es perfectamente posible, ya que hay espacio aéreo más que suficiente para que ambas actividades puedan desarrollarse sin interferencias mutuas.

La Subdelegada ha tomado nota de las propuestas, y se ha comprometido a tomar cartas en el asunto, contactando con las partes implicadas para llegar a una solución satisfactoria.