Por desgracia, el problema de la fauna silvestre va más allá de los daños en cultivos y explotaciones. Los animales salvajes causaron entre el 1 de enero de 2019  y el 30 de septiembre de 2020, 15.462 accidentes de tráfico en las carreteras de Castilla y León. Es decir, veinticuatro por día, un accidente de tráfico cada hora. De estos accidentes, 138 se saldaron con víctimas, con el trágico balance de un muerto, 14 personas hospitalizadas y 180 heridas leves.

El fenómeno es muy preocupante por el vertiginoso crecimiento que ha experimentado en los últimos años. Según datos de la Dirección General de Tráfico, estos choques o atropellos de animales salvajes se han duplicado en los últimos años al pasar de 4.546 en 2014 hasta los 9.173 en 2019, dato que evidencia la descontrolada proliferación de fauna salvaje en la región.

Y no sería la única cifra que corrobora tal aserto porque los estudios de siniestrabilidad muestran que las provincias de Burgos, León y Soria lideran las clasificaciones en toda España y que otras como Zamora o Palencia también se encumbran entre las 10 primeras. Las tablas de nuestra comunidad en 2019 reflejan la siguiente clasificación: Burgos (2.348), León (1.658), Soria (1.262), Zamora (1.059), Palencia (754), Segovia (644), Valladolid (599), Salamanca (508) y Ávila (341). Y en los tres primeros trimestres de 2020 este ranking se mantiene sin variaciones.

COAG CASTILLA Y LEÓN EXIGE REDUCIR LA FAUNA SILVESTRE, REALIZANDO TODAS LAS TAREAS DE CONTROL QUE SEAN NECESARIAS

Sin embargo, el número de fallecidos en accidentes provocados por animales salvajes en toda España permanece estable según datos del RACE. Este organismo ha estudiado los años 2015 a 2018 cuando fallecieron 10, 11, 8 y otras 10 personas anuales en los cuatro años referidos. Y también permaneció estable el número de personas que necesitó hospitalización que fue de 65, 74, 67 y 58 anuales en esos años. Recordemos que la Dirección General de Tráfico solo considera fallecido en accidente de tráfico a la persona que muere antes de un mes después de producirse el accidente. Quien muere después no entra en las estadísticas.

La mayoría de los accidentes de tráfico provocados por animales silvestres son responsabilidad de dos especies: el corzo (57 %) y el jabalí (37 %). Los dos anteriores más el ciervo y el conejo son a su vez responsables de la mayoría de los daños que se producen en las explotaciones agrarias. Todas ellas son especies cinegéticas que se han expandido extraordinariamente en los últimos años, sin duda favorecidas por las trabas judiciales que se han puesto al ejercicio de la caza así como al creciente desprestigio social de esta actividad.

Las manadas de cérvidos y piaras de jabalís no pueden seguir creciendo exponencialmente. La gestión de las especies silvestres no puede estar únicamente supeditada al número de licencias deportivas que se concedan. COAG Castilla y León reclama a la administración medioambiental que, más allá de regular la caza, asuma directamente su responsabilidad para reducir la fauna silvestre, realizando todas las tareas de control que sean necesarias.

Por encima de las pérdidas económicas que ocasionan en las explotaciones agrarias y ganaderas y los riesgos sanitarios para la cabaña ganadera, tristemente de actualidad por la cercanía de la Peste Porcina Africana, este tema es de interés general para toda la sociedad, porque afecta a la seguridad para circular por las carreteras y a la vida de las personas. En este sentido, no podemos olvidar que las vías más peligrosas son precisamente las más utilizadas por los habitantes del medio rural, por lo que agricultores y ganaderos son doblemente afectados.

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