Según explica la publicación británica especializada en el sector alimentario The Grocer, la leche se ha convertido en uno de los productos ‘estrella’ en esta guerra, lo que ha llevado la bebida (medida equivalente a algo menos de medio litro) a marcar su mínimo en siete años.
Este problema se agudiza porque a diferencia de España, y a pesar de las críticas se dejan oír, en el Reino Unido no existe una Ley de la Cadena Alimentaria ni un organismo como la AICA, lo que frena la presión que puedan hacer los ganaderos para intentar evitar esta guerra de precios que afecta directamente a su exonomía y a sus explotaciones.
Cadenas como Aldi, Lidl, Tesco, Asda o Sainsbury han bajado en los últimos meses las botellas de leche hasta situar el litro en una media de 43 peniques, frente a los 44 peniques que de media cuesta una botella de agua.
Los precios empezaron a bajar hace un año, cuando las firmas británicas trataron de reaccionar ante el auge de las cadenas alemanas Aldi y Lidl, con grandes descuentos.
Los proveedores temen que la situación se prolongue. "No sabemos cuánto tiempo actual desaceleración del mercado va a durar y somos conscientes de para cientos de productores va a ser muy complicado encontrar un hogar para su leche esta primavera", afirmó Jim Paice, presidente de First Milk a The Guardian.